El diestro Cayetano Rivera abandonó ayer el hospital Quirón Salud de Zaragoza para seguir en su casa la recuperación de la grave cogida que sufrió el pasado miércoles en la plaza de toros de la Misericordia de la capital aragonesa. Posteriormente, el hijo de Francisco Rivera, «Paquirri», aprovechó la ocasión para mandar otro mensaje, esta vez a sus detractores, en el que dejó claro que el odio que le profesan estos le ha dado la fuerza necesaria para salir adelante: «A todos aquellos que os habéis alegrado por mi dolor o me habéis deseado la muerte, gracias también, porque eso sólo me hace más fuerte».