Los recreativos, el quiosco de prensa y chuches, el cine de doble sesión, los bares, el estudio de fotografía, el taller de motos, la mendiga o el loco del pueblo. El dibujante Carmelo Manresa ha puesto negro sobre blanco sus recuerdos de infancia y adolescencia en los textos y viñetas de la novela gráfica Plaza de La Bacalá, la plaza de Callosa de Segura donde jugó de niño, hoy renombrada plaza Reina Sofía, «aunque todo el mundo le sigue llamando de la Bacalá y a mí me gusta más, sobre todo porque de la reina habrá muchas plazas y de La Bacalá solo esta», señala el autor.

El libro, que vuelve a la vida en los años 70 y 80 y que ha sido publicado por Desfiladero Ediciones, se presenta el 26 de octubre a las 19.30 horas en la Biblioteca Municipal de Callosa de Segura -ubicada en dicha plaza- y el 3 de noviembre en la librería Códex de Orihuela.

Dibujante y profesor de dibujo en un instituto de secundaria de Rojales, Carmelo Manresa (Callosa de Segura, 1965) vive en Torrevieja desde hace ocho años, «pero los recuerdos siempre los tienes ahí y cada vez que iba por Callosa y pasaba por la plaza me venían a la cabeza imágenes de la infancia y la juventud, porque el sitio ya no tiene nada que ver con lo que era: el cine desapareció en el 98, los recreativos, el quiosco... Y me apetecía hablar sobre ese tema», explica.

Manresa, que ha colaborado en revistas de humor gráfico como El Jueves, Amaniaco o TMEO, empezó a dibujar en sus ratos libres las imágenes retenidas en su memoria sin muchas pretensiones «porque a mí sobre todo me gusta dibujar, lo hago por desconectar y me lo tomo como un juego», explica, tras indicar que «nunca había hecho una novela gráfica y tampoco tenía la historia planificada; empecé con el quiosquero y seguí con otros personajes. Lo primero que hice fue cambiar el nombre del pueblo para no ser tan riguroso ni tan documental, aunque he intentado que fuera fiel a mis recuerdos, y los personajes tienen una base de inspiración real pero son inventados».

En ellos se nota la influencia de películas del gusto de Manresa, como Amarcord de Fellini, «con esos personajes extraños y extravagantes», o Cinema Paradiso de Tornatore, «y ese cine que no era tan formal como ahora, con sesiones dobles para todos los públicos donde los niños iban solos, sin necesidad de que sus padres les acompañaran», recuerda.

Tras más de tres años de trabajo, la Plaza de La Bacalá es, según su autor, «un ramillete de recuerdos que me apetecía recrear» en una época, fundamentalmente los años 80, alrededor de una plaza, «ya que entonces la gente salía a la calle a hacer vida social».

Con prólogo de Javier Ikaz (coautor de la exitosa serie de libros Yo fui a EGBYo fui a EGB), en la novela gráfica de Manresa, de 52 años, se reconocerán todas las personas nacidas en los años 60 y 70 aunque nunca hayan pisado la plaza de La Bacalá. «Al principio mi familia me decía que la gente de fuera de Callosa no iba a entender algunas cosas, pero al final cualquiera puede verse identificado, lo particular es universal», comenta el dibujante, que rechaza que su obra destile nostalgia de aquella época.

«Cada época es diferente y no diría que es nostalgia. Yo la he hecho con una intención sentimental a partir de cosas que recuerdas y que tienes en el corazón. No me meto en si fue mejor o peor que ahora», apunta el dibujante, que prepara una segunda novela gráfica costumbrista, esta vez sobre Torrevieja, donde también contrastará sus recuerdos.