El escritor Carlos Zanón recorre la Barcelona de los barrios a partir de la mirada de un particular taxista, Sandino, en su última novela, Taxi, con la que ha querido construir «una suerte de evocación del viaje de Ulises», explicó ayer el autor barcelonés. Fuera de las aguas del género negro en las que habitualmente navega, Zanon confesó que Taxi (Salamandra) es «una novela importante, que ha resultado muy difícil de escribir» y esa dificultad continúa: «Tendré que defender la novela entre todo el ruido». Recurre a un taxista como protagonista «por tradición», pues su padre y sus dos abuelos fueron taxistas, pero también por que «el taxista es un personaje con una fuerte pertenencia a su ciudad».