Una experiencia para la que hay que tener más que agallas. Deja su trabajo como consultora de marketing online en una importante empresa (a pesar de que es buena en lo que hace y tiene un buen sueldo, no le compensan ciertas situaciones). Y lo más importante, no es quien quiere ser y se siente vacía. Es el 2008 y la crisis acaba de comenzar. Así que decide emprender el viaje de su vida con un objetivo claro: encontrarse a si misma. Para ello, necesita dinero y vende su casa, los muebles... Objetivo, rumbo a la India: una sociedad compleja y asquerosamente machista. La alicantina Verónica Gutgar (42), Diplomada en Ciencias Empresariales, diseñadora y patronista, es la protagonista de esta historia. «Casi todos me decían que estaba loca perdida, menos alguna amiga que me apoyó porque sabía que lo necesitaba. No estaba bien, quería ponerme en una situación límite. Me fui para un mes y estuve 6, después mi vida cambió», asegura. Se recorrió la India sola y «jamás tuve un problema por ser mujer, me sentí muy bien tratada allá donde fui. No tuve ninguna situación de peligro». Se fue con una maleta pequeña, prácticamente, vacía y volvió con otra llena de ropa diseñada por ella. «De niña, mi abuela cosía y yo la miraba. Quería aprender, pero en ese momento no lo hice. En el viaje, siempre que iba a cualquier sitio acababa en una fábrica de telas, donde bordaban las sedas o cualquier otro lugar relacionado con tejidos. Me compraba la tela, me dibujaba lo que quería y la llevaba a unas mujeres que te la cosían de un día para otro. Allí, me di cuenta de lo que realmente me apasionaba y de lo que quería vivir el resto de mi vida», cuenta. Mientras habla, la imagino vestida con un sari. «Si no abría la boca, era una más», bromea.

Resumiendo, vino a España cuando se le acabó el visado, estudio diseño de moda y patronaje y en tiempo récord estaba trabajando como patronista de uno de los modistos alicantinos más importantes, Manuel Espuch. «¡Una escuela maravillosa! En el atelier de Espuch disfrute muchísimo al lado de un diseñador que he admirado mucho y del que he aprendido profesional y personalmente. Como, también, de las señoras que llevan cosiendo toda la vida con él, su equipo», explica. Pero, terminó su ciclo. Y ahora, entre otras cosas, se ha embarcado en Gutgar Experience, una escuela efímera que abre sus puertas mañana en The October Press, un espacio diferente. Shingo Sato, diseñador y patronista que ha estado en las escuelas de moda más prestigiosas del mundo (Parsons de Nueva York, Central Saint Martins School, en Londres, Paris College of Art o Bunka Fashion College, en Japón) compartiendo con el público especializado sus peculiares técnicas de construcción de prendas, hará lo mismo en Alicante. El japonés es conocido internacionalmente por su vanguardista sistema de patronaje. «No es sólo un curso de formación, va a ser una experiencia única e inolvidable», apunta Verónica.

Entre el público que asistirá al workshop hay diseñadores venidos de Alemania o la República Checa, algún creador murciano, alicantinos, patronistas de Zalando y otras firmas de renombre, también, del sector del calzado. Todos se darán cita mañana y hasta el miércoles en Gutgar Experience. Una iniciativa novedosa que se realizará una vez al año y que tiene intención de traer a Alicante a los más grandes formadores del mundo de la moda, como es el caso de Shingo Sato.