Cincuenta años después de su muerte, el legado de José Martínez Ruiz Azorín Azorínsigue siendo una fuente inagotable para los estudiosos de su obra y de su poliédrica figura literaria. Así lo indicó ayer desde la biblioteca de la Casa Museo del escritor en Monóvar el catedrático de Literatura Miguel Ángel Lozano, uno de los mayores estudiosos de su obra, en la presentación del IV Congreso Internacional «Azorín en la modernidad literaria», que se celebrará del 25 al 27 de octubre en la localidad natal del escritor y, por primera vez, también en Alicante.

Este encuentro -organizado por el Instituto Gil-Albert, la UA y la Fundación Caja Mediterráneo, en colaboración con la Diputación y el Ayuntamiento de Monóvar- reunirá a una veintena de expertos nacionales y extranjeros a lo largo de catorce ponencias y coloquios, una exposición, un recital con sus textos, la proyección del documental Azorín. La imagen y la palabraAzorín. La imagen y la palabra y el homenaje en su panteón.

Lozano, codirector del congreso junto al responsable del Gil-Albert, José Ferrándiz, manifestó que en los últimos 30 años Azorín se estudia de «manera nueva» como «renovador de los géneros literarios» que fue este escritor instalado en la modernidad, «que mezcló el ensayo con la narrativa y con el lirismo y fue un renovador del castellano y del lenguaje periodístico». Este experto, que lleva 35 años estudiando la obra del autor de la Generación del 98, compartió ayer su principal conclusión: «Azorín es inagotable y siempre habrá material para estudiar, siempre hay una nueva manera de leerlo y de interpretarlo. Ya es un clásico, como Cervantes o Quevedo».

El también director del congreso, Ferrándiz Lozano, avanzó que las dos primeras jornadas se celebrarán en Alicante y la tercera en Monóvar. El director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, ofrecerá la conferencia inaugural, Paseos con Azorín, mientras que la de clausura corre a cargo de Roberta Johnson, de la Universidad de Arkansas (EE UU), quien hablará de la influencia de Azorín en María Zambrano.

Las mesas redondas sobre el ensayo, la narrativa, el periodismo, la política y el teatro en el escritor monovero pretenden «dar una visión de un Azorín múltiple que cultivó distintos géneros», apuntó el director del Gil-Albert, en cuya sede se desarrollará la primera jornada, con la ponencia, entre otras, de Julio Llamazares ( Visión de Azorín: de escritor a escritor). Ese primer día, la Diputación inaugurará laexposición Azorín, la fama póstuma, comisariada por José Payá y Ramón F. Llorens.

La Sede Ciudad de Alicante de la UA acogerá parte de la segunda jornada, donde se analizarán los vínculos del escritor con los autores clásicos o con Santa Teresa y en la que Pedro Ignacio López García planteará al público si Azorín es aún moderno o no.

El Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo abordará estudios sobre el escritor y el tema de la mujer, con Jordi Bermejo, o sus reflexiones sobre el patriotismo, a cargo de Dolores Thion Soriano-Mollá, de la Universidad de Pau, entre otros aspectos, mientras que la Casa Museo Azorín de Monóvar analizará la modernidad teatral del escritor y acogerá una sesión del ciclo Descubre una obra de arte con el escultor del panteón donde reposan sus restos, Vicente Ferrero y el posterior homenaje en el cementerio.

En el acto de ayer, el presidente de la Diputación, César Sánchez, depositó ayer en la Casa Museo de Monóvar un nuevo retrato de Azorín, firmado por el artista oriolano Ortuño.

Sánchez reivindicó la importancia del congreso para «redescubrir a nuestro literato más universal» en el cincuenta aniversario de su fallecimiento, que describió como «un año intenso con muchas actividades».

Luis Boyer, presidente de la Fundación Caja Mediterráneo, propietaria de la Casa Museo Azorín, abierta al público en 1969, destacó que este inmueble -en cuya biblioteca se almacenan más de 10.000 libros- es un ejemplo de cómo poner a disposición de la ciudadanía y los estudiosos el legado de este ilustre escritor, mientras que el alcalde de Monóvar, Natxo Vidal, manifestó su «alegría» por culminar con este congreso, además de otra exposición y un cómic, un año que ha ayudado a «introducir a Azorín en la vida de muchas personas» y coincidió con Lozano en que su obra es «inagotable e imperecedera».