La Mostra de Venecia encumbró ayer el cine fantástico del mexicano Guillermo del Toro, que se llevó el León de Oro por un cuento mágico, el de «La forma del agua», mientras que el francés Xavier Legrand triunfó con «Jusqu'à la garde», con los premios a mejor dirección y mejor ópera prima.

Mientras que las Copas Volpi de interpretación fueron para Charlotte Rampling y Kamel El Basha y el Gran Premio del Jurado para «Foxtrot», del israelí Samuel Maoz. Del Toro era uno de los favoritos de la noche y confirmó los pronósticos con el primer León de Oro para un cineasta mexicano, como él destacó al recoger el premio. «Hay un momento en la vida de un narrador, de un contador de historias, en el que lo arriesgas todo para hacer algo distinto» y eso es lo que ha hecho en «La forma del agua».

Un cuento lleno de dulzura y fantasía que cuenta la a priori imposible relación entre una mujer muda y una criatura marina, a medio camino entre un monstruo y un hombre con escamas.

Con voz temblorosa y visiblemente emocionado, Del Toro quiso dedicarle el premio a «cada joven director de cine latinoamericano que sueña con hacer algo en el género fantástico» y les aconsejó que aunque les digan que no pueden hacerlo, «se puede».

Y el ejemplo es el premio que recogió ayer en Venecia, donde su película se había situado desde el primer día entre las favoritas para el León de Oro.