Carla Simón, directora de Verano 1993 ( Estiu 1993), manifestó ayer sentirse emocionada y, preguntada sobre la elección de una película rodada en catalán para representar a España en los Oscar un día después de la aprobación en el Parlament de Cataluña de la ley del referéndum, indició que «el cine no tiene fronteras».

«Una historia es una historia sea en le idioma que sea, y cuando trata idiomas universales llega a la gente. Hoy debería ser normal, igual que si hubiera pasado antes de ayer, antes de que pasara una cosa así», manifestó Simón (Barcelona 1986) durante la rueda de prensa posterior al anuncio de su película para aspirar a las nominaciones a la Mejor película de habla no inglesa en la 90 edición de los Oscar.

Simón indicó que reivindicar la inteligencia de los niños era «una de las premisas más importantes» y que su objetivo ha sido «retratar la complejidad de la psicología infantil y demostrar que un niño puede entender una situación compleja».

«Lo más difícil es cómo gestionar las emociones. Tuve que leer mucho acerca de aquello que entienden los niños a cada edad sobre la muerte. A los seis años la idea de irreversibilidad de la muerte y universalidad es algo que pueden entender. El tema de las emociones es otra cosa», indicó la realizadora.

Preguntada por la posible bajada del IVA del cine, Carla Simón señaló que es algo «necesario» y, aunque confesó que le cuesta opinar sobre política cultural, manifestó que esto tiene una «lógica aplastante». «El cine debería tratarse un poco mejor, pero ahí estamos los que nos gusta el cine haciendo nuestras películas».