Pepe Calvo asegura no ser religioso pero ha titulado su próxima exposición Holy Interiors (Interiores sagrados) por la presencia destacada que estos espacios tienen en toda su obra fotográfica, a los que ahora rendirá homenaje en el Museo de la Universidad de Alicante (MUA) el próximo otoño.

«El título es un poco surreal pero los interiores siempre han sido muy importantes en mi trabajo y he querido bendecirlos ahora en esta exposición», apunta el artista alicantino, dedicado desde los años 90 a sus característicos fotomontajes o fotocollages, que añade que muchas de sus series -como Mujeres de octubre o Short Human- o de sus retratos «no se entenderían» sin ese espacio que los rodea .

«Como decía el arquitecto Aldo Rossi, el escenario siempre es más importante que el acontecimiento, aunque a veces pensemos lo contrario», explica Calvo, para quien esta muestra es «un ensayo sobre el espacio como escenario» y en él reunirá obras realizadas en los últimos dos años sobre este tema «ajustando cuentas con el pasado», donde el interior aparece «como una obsesión».

Que nadie espere ver interiores decorativos en la nueva serie de Pepe Calvo, ya que lo suyo es un «ejercicio caótico de interiorismo que no es el que se ve en una revista de decoración. Aquí es todo un caos de difícil lectura porque no sabes en qué punto centrar tu atención, no es fácil encontrarlo» explica él mismo.

El artista muestra escenarios imposibles, imaginarios, fruto de sus montajes fotográficos que, sin embargo, siempre parten de escenas que existen.

«Todos los objetos son reales, son imágenes encontradas en otras publicaciones y revistas, también de forma digital, de las que yo me apropio, las saco de su contexto para meterlas en otro y modificar así su sentido», avanza Calvo, que reconoce que siempre le ha gustado jugar con la ficción y la realidad en sus historias. En esta en concreto no hay figuras humanas, pero el autor asegura que el espectador puede seguir una narración «y siempre procuro que todo parezca muy real».

Comisariada por el profesor de Sociología de la Cultura y de las Artes Juan Antonio Roche, la muestra se compondrá de una veintena de obras de formato mediano y forma parte del ciclo impulsado por el vicerrector de la UA Carles Cortés, sobre artistas alicantinos de trayectoria consolidada que se inició con María Dolores Mulá y que seguirá con Jesús Zuazo o Frutos María, entre otros.

Roche, con quien el artista trabaja desde mayo, apunta que este recorrido por los espacios interiores de Calvo «no son solo espacios físicos, sino metáforas de los espacios mentales de Pepe Calvo, espacios imaginarios resultado de la acumulación de imágenes».

Dividida en cuatro áreas conectadas entre sí -escaleras, ventanas y espejos, cortinas y armarios- como elementos de tránsito, «la idea esencial es el juego entre la realidad y el mundo imaginario del artista, la vida profana y la sagrada, el hogar y la naturaleza, lo íntimo y lo exterior, la vida y la muerte», opina el comisario, que considera que «a través del fotocollage, Pepe Calvo genera un mundo propio repleto de imágenes que transforma y singulariza con memorias y recuerdos».