Desde hace un par de años no para. Sentado frente al ordenador para escribir los folios y más folios necesarios para recibir reconocimientos, dar conferencias o juntar palabras de agradecimiento, Francis Martínez Mojica recibió hace un par de meses otra llamada de las que gustan. El Albany Medical Center de Nueva York le había elegido como ganador de su premio anual, uno de los más prestigiosos del mundo en medicina e investigación biomédica, por su descubrimiento del sistema CRISPR-Cas9, una tecnología de ingeniería genética que aprovecha el proceso natural del sistema inmune de las bacterias.

La noticia se hizo pública ayer, colocando al profesor de la Universidad de Alicante como el primer español en recibir este galardón, que supone también para él el primer reconocimiento que le llega desde fuera de España. Este galardón, que le será entregado el 27 de septiembre en Nueva York, lo comparte con otros cuatro investigadores que han desarrollado el sistema CRISPR a partir de los resultados de Mojica: Emmanuelle Charpenter, Jennifer Doudna, Luciano Marraffini y Feng Zhang.

El Jaime I de Investigación Básica, el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina o sus dos candidaturas al Nobel (Medicina y Química) jalonan una trayectoria gestada desde su laboratorio de la UA. «Es fantástico, porque además han tenido en cuenta lo que se tiene que tener en cuenta en estos casos, que es reconocer no solo a los que han hecho las últimas investigaciones, en 2012 y 2013, sino que también han valorado la investigación básica, los antecedentes, cómo se generó todo, y eso no suele suceder», aseguraba el profesor ayer.

«Han identificado a aquellos investigadores que han hecho contribuciones en todos los niveles» y puntualiza que «ellos reconocen la tecnología, hay que dejarlo claro, pero tienen en cuenta cómo se ha llegado a esa tecnología identificando quiénes son los artífices de todo esto y no es fácil entre tanta gente».

De hecho, el científico afirma que no sabe de donde ha llegado la propuesta de su nombre para este galardón. «No sé quién me ha nominado, no tengo ni idea; normalmente hay rumores y algo te llega sobre un premio concreto, a veces puedes sospechar quién puede haber sido, pero en este caso no sé de dónde ha podido partir».

Los 500.000 dólares con los que está dotado el premio le convierten en el cuarto de mayor cuantía económica a nivel mundial, además de ser uno de los más prestigiosos de Estados Unidos en su campo. «De ahí han salido cuatro o cinco premios Nobel de Medicina», destaca el profesor alicantino cuyo nombre estuvo en las listas de candidatos a recibir ese galardón este mismo año.

Demasiadas emociones, destaca Mojica, que prefiere vivir en su laboratorio, alejado de las reuniones sociales. «Hace tiempo que estaba saturado por todo esto, me encontraba mal y todo, ahora lo llevo un poco mejor porque lo tengo asumido, pero me inquieta ver que no puedo hacer otra cosa más que cumplir con lo que te obligan los premios, reconocimientos y menciones, algo que está muy bien por supuesto, pero yo no tengo esa capacidad».

De hecho, asegura que antesdeayer terminaba el discurso para la recepción del doctorado honoris causa de la Universidad Politécnica de Valencia y ahora prepara las palabras de agradecimiento «para otro premio internacional que me dan el próximo 3 de septiembre en Londres... es muy importante también, pero todavía no puedo decir nada».

Poco podía imaginar este científico que el sistema CRISPR, que descubrió mientras trabajaba en el estudio de microorganismos en las salinas de Santa Pola, iba a dar tanto que hablar. Y así lo reconoce el jurado del premio Albany, que lo describe como «el descubrimiento del siglo». «Esta tecnología ha revolucionado la investigación biomédica y ofrece una nueva esperanza para el tratamiento de enfermedades genéticas», según recoge en su comunicado de anuncio del galardón.

¿Y para dónde mira en el futuro? «Lo más normal es que me pueda dedicar a la investigación, aunque parece que lo voy a tener difícil. Pero seamos optimistas -apunta Francis Mojica-, seguiremos trabajando en el estudio de los CRISPR, hay mucho todavía que no se conoce, muchísimo, y eso es lo que más interesa. La idea es que si se pueden abrir nuevos caminos, pues estupendo; si podemos mejorar lo que tenemos, fantástico, y si no, pues seguiremos profundizando en este campo que es lo más interesante».