Escuchar la música del burgalés Antonio de Cabezón, músico de Carlos I y Felipe II, fue definitivo para que su carrera derivase hacia el clave. Un instrumento poco conocido y reconocido, que data del siglo XVI y XVIII, pero que al alicantino Jesús Noguera Guillén le ha servido para labrarse una carrera en París y para ser uno de los 12 seleccionados, y el único español, para participar en el Concurso Internacional de Clavicémbalo de Milán, que se celebra entre mañana y el día 26.
Ser elegido entre 78 músicos de todo el mundo y enfrentarse a un jurado integrado por tres de los clavecinistas más reconocidos en la escena internacional, como son Christophe Rousset, Ottavio Dantone y Jos van Immerseel, supone, utilizando un símil de tenis, «un grand slam», asegura este músico desde París, donde tiene su residencia.
Estudió en el Conservatorio Superior de Murcia y después en el Nacional Superior de Música y Danza de París, ciudad en la que ha acabado este año el grado de Musicología en la Universidad de la Sorbona. «París es uno de los mejores lugares para estudiar cualquier cosa, es un polo mundial del conocimiento», afirma Noguera que considera el clave «un instrumento que supone un nexo directo son un momento glorioso de la historia del arte y del pensamiento», ya que todo el repertorio de su instrumento que data de los siglos XVI al XVIII.
Además de su carrera estrictamente musical, este joven músico colabora con proyectos teatrales, de danza y cine. Ha participado en el proyecto Des passions à l'ouvre del Museo del Louvre, ha colaborado con el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático de París en la puesta en escena de El enfermo imaginario de Molière y trabaja con el actor y director teatral Emmanuel Besnault en un espectáculo sobre uno de los viajes de Mozart a París. Mañana comienza el concurso. Tocará obras de Couperin, Scarlatti, Sweelinck y Bach. Sí consigue ser ganador, actuará en importantes festivales de música antigua, «además de diferentes dotaciones económicas», aunque después de tanto trabajo «el premio más importante es el progreso técnico y el desarrollo artístico y personal ya ganados».
