El equipo de forenses que la noche de este jueves participó en los trabajos de exhumación del artista Salvador Dalí extrajeron un poco de pelo, uñas y dos huesos largos que, una vez llevadas a cabo las pruebas genéticas por una demanda de paternidad, serán repuestos para preservar la "integridad" del cuerpo del difunto.

Lo ha explicado el secretario de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Lluís Peñuelas, en rueda de prensa a las 8 de la mañana de este viernes para dar detalles de la operación llevada a cabo entre las 20 horas de este jueves y casi la 1 de la madrugada de este viernes para extraer muestras biológicas en el litigio abierto por Pilar Abel.

La fundación ha considerado "del todo improcedente" la exhumación de los restos mortales del genio ampurdanés, y ha subrayado que la resolución judicial no está motivada ni tiene ningún tipo de fundamento. La exhumación ha concluido después de cuatro horas de trabajo en el interior del Teatro-Museo de Figueres, donde descansa el artista, para extraer muestras biológicas.

A la salida de la comitiva judicial, ninguno de los responsables judiciales y forenses, incluido el que embalsamó a Dalí en 1989, Narcís Bardalet, ha querido manifestarse ante los numerosos medios de información presentes a la espera de que a las 8:00 horas comparezcan en conferencia de prensa los representantes de la Fundación Gala-Dalí.

Ahora, las muestras extraídas serán trasladadas por una funeraria a Madrid, donde se analizarán para extraer el ADN y compararlo con el de Pilar Abel, que afirma que es hija del pintor.

Los restos presentan un buen estado de conservación, según ha confirmado la alcaldesa de Figueres, Marta Felip, que ha estado en el interior del Teatro-Museo.

La primera hora y media de trabajo se ha destinado a la preparación de la infraestructura necesaria para levantar la losa de una tonelada y media que sella la tumba de Salvador Dalí.

Posteriormente, se ha sacado el féretro de madera recubierta de zinc que contenía los restos momificados de Dalí y se ha cumplido con el exhorto judicial, que ordenaba que se extrajese del interior un diente y un hueso largo para obtener el ADN.