¿Cómo es esta XXXIV edición de Sagunt a Escena?
Extraordinaria. Tenemos espectáculos de gran calidad, con nombres muy conocidos, como Carme Portaceli o Aitana Sánchez Gijón que trae unas Troyanas maravillosas, o Silvia Pérez Cruz, que ofrecerá un concierto estupendo. Nuestro lema gira en torno a héroes y antihérores, por eso tenemos dos versiones de Hamlet: Dead Hamlet, de Sennsa Teatro, y Hamlet Canalla, de El Micalet y el Institut Valencià de Cultura (IVC). Hemos hecho un esfuerzo por tener obras valencianas. Además, en el Off Romà hay 15 espectáculos familiares de teatro, danza, música, y circo. El festival no solo debe ser para disfrutar, sino para que ayude a crear nuevos espectadores.
¿Por qué han elegido el lema de héroes y antihéroes?
Estamos en un momento en el que deberíamos, como sociedad, reflexionar sobre cómo creamos héroes y antihéroes. Y los clásicos nos ayudan a pensar sobre ello. Los medios, las redes sociales hacen que la gente sea héroe en 24 horas para desaparecer en tres días y a la inversa. No pretendemos ponernos del lado de ningún personaje -Calígula, Hamlet, Segismundo,...-, lo que queremos que la gente reflexione. ¿Es Hamlet un héroe? ¿Y Calígula un antihéroe? Que el público hable y lo discuta.
El teatro clásico es aún la asignatura pendiente de gran parte del público...
El teatro clásico tiene mala fama, como de teatro antiguo. Una de nuestras misiones es mostrar que ofrecemos una nueva lectura, contemporánea, de los clásicos. Pido a la gente que venga a ver el Calígula, de Mario Gas, o Troyanas, de Portaceli. Son clásicos, sí, pero la visión que ofrecen es absolutamente contemporánea y joven. Eso es muy importante. Hay que hacer entender, por ejemplo, que Israel Galván es una de las figuras más importantes del flamenco actual. Ofrece una deconstrucción, una nueva visión de cómo interpretar el flamenco. Tenemos al Tao Dance Theatre, quizás la mejor compañía de danza contemporánea del mundo. El propósito es mostrar los clásicos con nuevos lenguajes escénicos.
El objetivo parece desechar la idea de que el teatro clásico es solo para una minoría.
Si alguien piensa eso, Sagunt a Escena es la demostración de que esto no es así. Tenemos dos vertientes: la creación de nuevos públicos y nuestros precios. Hay obras de importancia con unos descuentos que dejan una entrada al mismo precio que un cubata.
¿Cuál es el reto de Sagunt a Escena?
El reto es consolidarlo. Llevamos un par de ediciones que vuelve a ser el que fue y ahora queremos que se consolide. El apoyo de instituciones, empresa privada y los vecinos de Sagunto está siendo fundamental. Nos estamos dando cuenta de que tenemos algo muy importante que es ese teatro romano y 34 ediciones ya.
¿En qué espejo se mira Sagunt a Escena?
Tenemos una singularidad y es que Sagunt a Escena es más largo en el tiempo que el resto de festivales y, además, reúne teatro, música, danza y circo. Siempre trabajamos en torno al relato. El año pasado fue en femenino y este, héroes y antihéroes. Hay un esfuerzo por consolidar y adecuar que cada año haya algo sobre lo que reflexionar. La oferta es muy amplia. Si uno quisiera morir de éxito no tiene más que coger 12 espectáculos y llenar el teatro todos los días, pero esa no es la misión de un teatro público ni de un festival referente en la Comunitat Valenciana. Tenemos que ser algo más que un escaparate de grandes espectáculos, hay que generar conocimientos, reflexión... De ahí que cada año escojamos un lema. Respondiendo a tu pregunta, admiro sobre todo el Grec porque es un festival que trabaja mucho en que haya una línea argumental. Con sana envidia miramos a Almagro y Mérida, son festivales en los que me miro y aspiro.
El conseller de Cultura, Vicent Marzà, se mostró en la presentación del festival, muy incisivo con la falta de apoyo económico por parte del Ministerio de Cultura. ¿El caballo de batalla del festival sigue siendo el presupuesto?
En estos momentos sí, pero el presupuesto no va a condicionar los contenidos. Aunque a mayor presupuesto estos contenidos pueden enriquecerse. Aún así trabajaremos con lo que dispongamos. Soy consciente de las limitaciones, no voy a ponerme exigente, pero sí pido que cada año crezca un poco en consonancia con el número de espectadores y espectáculos.
