Más contacto con la realidad imposible. Los creadores tocaron tierra y el público abrió sus ojos como nunca. Los diez artistas que desde el lunes participan en las residencias A Quemarropa abrieron ayer las Cigarreras de par en par para dar la bienvenida a los curiosos y aficionados al arte, y explicarles cuáles son sus proyectos, sus motivaciones, sus técnicas y sus aspiraciones. Cara a cara. Uno frente al otro. Cita a ciegas, era el lema. Con la salvedad de que solo contaban con cinco minutos para explicarse.

Esta fue la primera de las actividades paralelas de un programa en el que participarán expertos en diferentes disciplinas para completar la formación de esta decena de nuevos artistas que fueron seleccionados por los organizadores de A Quemarropa entre cerca de un centenar de solicitudes presentadas, tres veces más que en la edición pasada, además con un 20 por ciento de peticiones de fuera de España.

Las residencias A Quemarropa cumplen su cuarta edición reforzadas por el apoyo de la Concejalía de Cultura por segundo año consecutivo y con el fundamental respaldo económico de la Fundación Sabadell que aporta los 10.000 euros de los que se nutre esta iniciativa, que pusieron en marcha en 2014 Ana Pastor, Miriam Martín Guirao, Juan Fuster y Saúl Sellés. El objetivo, crear un foro formativo para creadores, proporcionarles los medios para relacionarse con profesionales y ayudarles a que materialicen sus propuestas. Todo esto, sin pagar nada -el año pasado, los profesionales que colaboraron lo hicieron gratis y los participantes tuvieron que pagar 147 euros por el alojamiento-, mientras se desarrollan durante dos semanas y conviven, ya que todos están alojados en el albergue San Roque del casco antiguo, además de interaccionar entre sí.

«Estas residencias son de formación y seleccionamos artistas que convivan en San Roque y trabajen en Cigarreras, ayudados por profesionales de la cultura y el arte, algo que contribuye a ampliar su visión sobre el arte y vivir otras experiencias», afirmó ayer Ana Pastor.

En este sentido, aseguró que los organizadores están «en total sintonía» con la Fundación Sabadell y el Ayuntamiento «en que el arte y la cultura tienen que acercarse a la ciudadanía». Recordó que A Quemarropa es la primera residencia artística que se hizo en la Comunidad Valenciana y dejó abierta la posibilidad de colaborar con las residencias, en ese caso de producción, que realiza la Universidad de Alicante desde hace 3 años.

Para Daniel Simón, A Quemarropa «nos ayuda a ser la fábrica de las ideas que queremos ser», ya que «queremos convertir las Cigarreras en un espacio de creación, producción y exhibición».

José Andrés Maroñas, en representación de la Fundación Sabadell, hizo hincapié en la apuesta de esta entidad por fomentar los valores culturales y apoyar el talento joven. «Colaborar con estas residencias es una muestra de ello».

Si ayer fue el dramaturgo alicantino Juan Luis Mira quien ofreció un taller para los residentes, por Las Cigarreras pasarán en los próximos días el comisario Javier Duero, la plataforma de arte contemporáneo SCAN, que opera desde Londres con artistas españoles, Daniel Silvo o Pedro Font Alba. Además, el día 18, los artistas presentarán sus dosieres en el MACA y el 21 se inaugurará en la Caja Blanca de las Cigarreras la exposición de sus trabajos. Ellos son Álvaro Giménez, David Fidalgo, Fredy Solano, José Jurado, Lia Scarton, Miguel Scheroff, Pau Gironés, Raquel Meyers, Tanim y Vicente Aguado.