Playas, sí. Diversión, sí. Fiestas, sí. Turismo, sí. Cultura, también. El festival internacional de fotografía Retrato, llega a Benidorm para quedarse. Esta será su primera edición, del 15 de julio al 15 de agosto, y su objetivo es sumar. Ofrecer un ingrediente más a ese cóctel que atrae al turismo y un vehículo para dar a conocer los trabajos de grandes fotógrafos.

Pero Retrato no es un festival normal. Como su propio nombre indica, está especializado en primeros planos, en rostros, en gestos, en detalles de la cara. Había que distinguirse de otros encuentros fotográficos y Alicia Lamarca y José Luis Martínez Meseguer, sus comisarios, optaron por esta opción. Además, Retrato no quiere techo, ni paredes, y apuesta por el aire libre, por los espacios públicos por los que transitan miles de personas en verano, para ponerles delante de la cara -nunca mejor dicho- estos trabajos, como un ejercicio de democratización del arte.

Un total de 18 propuestas se mostrarán en diferentes emplazamientos de Benidorm. Nueve de ellas en escaparates y otras tantas en espacios urbanos.

Y en esta primera edición Retrato se escribe con «a» porque se centra en mujeres fotógrafas, un total de nueve. De ellas, tres son ya profesionales consagradas: Joana Biarnés, con su proyecto Retratos; Lourdes Grobet, con Enmascarados, y Angelica Dass, con Humanae. Otras tres, tienen ya un reconocimiento: Sofía Moro, que presenta Autopsias; Estela de Castro, Fotógrafas, y Romina Ressia, Not about death.

Incentivar y descubrir a nuevos valores de la fotografía también está entre los valores que pretende promover este festival. De esta manera, se convocó un premio de fotografía para seleccionar a otras tres artistas más. Su premio, participar en el festival pero también financiar el desarrollo de sus bproyectos. Y las elegidas han sido Bárbara Traver, que da a conocer su propuesta Human; María Urban, con EL.LA, y María Gómez, que presenta Vírgenes.

Retrato, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Benidorm, además de numerosos patrocinadores locales, es ambicioso hasta en el tamaño y las imágenes que invadirán las calles tienen un tamaño de metro y medio. Y estarán a la vista de todos, porque parte de la base de que los museos, galerías y salas de exposiciones no favorecen la democratización de la cultura. Por eso buscará la implicación activa de los ciudadanos para acercarles el arte de una forma natural y despertar su curiosidad.

La Plaza del Ayuntamiento, el puente, la Plaza Triangular, el Punto de Información Turística, la playa de Levante, el Museo Boca del Calvari, L'Hort de Colon, playa Mal Pas, Castillo y calle Gambo son los espacios en los que se ubicarán las exposiciones a lo largo de un mes.

Además de mostrar imágenes, se ha organizado un programa de actividades paralelas, con el objetivo de completar la formación y la integración de los visitantes. Conferencias, proyecciones y talleres acompañarán a las exposiciones.

Son dos los talleres programados. Uno, dedicado al retrato que será impartido por una de las fotógrafas participantes en el festival, Estela de Castro, para quien «el retrato es la forma más natural de acercarme a la fotografía». Las plazas son 15 y tendrá lugar el 5 de agosto, con un precio de 95 euros.

El segundo taller lleva por título El retrato en el álbum familiar, a cargo del fotógrafo alicantino Carlos Balsalobre. Será el 10 de agosto, también para 15 plazas, pero este será gratuito previa reserva. En este curso, el participante descubrirá cómo mejorar las fotografías de retrato que se presentan en su vida cotidiana.

Retrato mira ya al futuro. Si este año es la mujer fotógrafa la protagonista, sus organizadores piensan ya en nuevas temáticas para que la fotografía tome las calles de Benidorm en nuevas ediciones.