El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert presenta esta tarde en la Casa Bardín la obra "Derecho consuetudinario y economía popular de la provincia de Alicante", publicación con la que Rafael Altamira recibió el premio de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1903. El acto tendrá lugar a las 19.30 horas, coincidiendo con la Feria del Libro, y en él participarán el rector honorario de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, la nieta del jurista e historiador alicantino, Pilar Altamira, y el director del IAC, José Ferrándiz.

Como ya hiciera con la edición facsímil que sacó a la luz el Gil-Albert en 1985, Gil Olcina ha firmado la introducción de esta reedición de la obra que se publicó por primera vez en 1905. La elaboración de este trabajo de Altamira, cuando ya era catedrático de Historia del Derecho en la Universidad de Oviedo, respondía a un proyecto regeneracionista de Joaquín Costa que lideraba un movimiento para introducir en la legislación escrita española la variedad de costumbres en sus distintos territorios.

Altamira fue uno de los que respondió a la convocatoria del premio tras una labor de investigación sobre la provincia de Alicante, peculiar por sus diferencias lingüísticas y por su pasado fronterizo entre las Coronas de Aragón y Castilla. “De todos estos antecedentes -decía- parece poder deducirse el hecho de que las costumbres jurídicas y sociales debieron ser muy variadas”, por lo que afirmaba que la provincia mantenía una “riqueza consuetudinaria”.

La publicación se presentó al certamen con el lema “La millor terra del món” y su investigación conserva un interés especial por las materias tratadas, pues introdujo aspectos sobre la familia -costumbres en noviazgos o entierros, por ejemplo-, sobre arrendamientos de tierras o regadíos, así como sobre aspectos de trabajo previos a las regulaciones laborales. También se ocupó de la vigencia de cofradías y sociedades, cerrando el libro con un capítulo dedicado a las fundaciones del Cardenal Belluga en la Vega Baja.