1 de abril de 1939. Hombres y mujeres se agolpan en el puerto de Alicante. Esperan a los barcos que pueden sacarles de una España rota por la Guerra Civil. Solo llegó el Stanbrook. Baja el telón y se encienden las luces. Esta es la última escena de El laberinto mágico, obra de Max Aub que el Centro Dramático Nacional ha adaptado a las tablas y que abrirá la próxima temporada del Teatro Principal de Alicante, los días 14 y 15 de octubre.

Casi tres décadas han pasado desde la última vez que el CDN pisó las tablas alicantinas con una de sus producciones, Comedias bárbaras. Ahora, por el empeño de su director, Ernesto Caballero, recupera una de las plazas teatrales que considera «fundamentales». «Había muchos motivos para venir a Alicante. Primero, que es una plaza teatral de primer orden, que asocio a muchas y muy gratas experiencias teatrales, y segundo, que caía por su propio peso por el hecho de que es un espectáculo que culmina de una forma trágica y elocuente en el puerto de Alicante y por eso tenía especial interés en que estuviera aquí», asegura el director de esta compañía.

Son seis los textos que Aub escribió sobre la guerra civil española desde el exilio y este montaje concentra los cinco primeros en una hora y media de función, gracias a la versión de José Ramón Fernández. «Ha dejado en hora y media lo que serían casi diez horas de teatro», afirma el director y dramaturgo para quien el papel de Alicante es fundamental en la historia y en la obra. «Son cuatro ciudades en este gran mural, que son Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante, y dentro de esta gira yo he hecho un gran esfuerzo para que vaya a Alicante. Tenía especial interés y ha habido que sortear dificultades, pero al final, sin Alicante, esta gira, este recorrido, se me hubiera quedado cojo, habría sido como renunciar a una escena crucial como es la última del puerto, que completa y da mucho sentido a la obra, incluso hay una especie de dramaturgia en la gira».

Y es que, «la espera en el puerto de unos barcos que no llegan es muy simbólico y fue uno de los episodios más trágicos de la guerra española». Por eso, «es un final, natural, lógico, que se vea en Alicante». Una lógica que el Consell tendrá que compartir o no, ya que la obra se verá también en Valencia, pero de momento no se sabe si se va a implicar con la representación que se va a realizar en el Principal.

El laberinto mágico, montaje ganador de dos premios Max, a mejor adaptación y mejor actor, después de Alicante irá a Moscú, haciendo un paralelismo entre el presente y el pasado. «Es muy significativo que después de visitar Alicante terminemos representando la obra en Moscú, ha sido casi una cuestión de azar».

Para Ernesto Caballero, que el pasado año recibió el homenaje de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante, la gente «en absoluto» está cansada del tema de la Guerra Civil. «Otra vez la Guerra Civil, no; habría que decir que otra vez protestan los que dicen otra vez la Guerra Civil». Más, afirma, con un texto como el de Max Aub. «Fue muy fiel a lo que ocurrió y este ambicioso trabajo narrativo es su mirada, la voluntad de ser el ojo que lo vio y que tiene la ambición de ser objetivo al máximo, sin dejarse llevar por su ideología y su condición de exiliado, de perdedor, pero lo hace sin un ápice de resentimiento, de venganza, sino que hace una grandísima literatura y un retrato humano que está por encima de las trincheras». Además, opina el autor del texto Reina Juana, la Guerra Civil «ha sido ninguneada en un época y luego tergiversada, manoseada y esquematizada, el rigor histórico ha brillado por su ausencia».

El laberinto mágico es «un espectáculo muy honesto, que privilegia lo humano sobre las ideologías y las consignas; hemos interpuesto la historia humana con sus contradicciones, con sus anhelos, con sus vivencias». Al fin y al cabo, «el teatro es un gran divulgador, es una de sus funciones». Por eso, Ernesto Caballero espera que esta «visita» al Principal de Alicante «sea un precedente».