Fernando Aramburu lleva meses viviendo un frenesí tras la publicación de Patria, un fenómeno social «cuyos hilos no manejo ya», dice. Ayer volvió a dejar su casa de Hannover (Alemania), donde vive desde hace más de 30 años, para inaugurar los cursos de verano de la Complutense. «Desde que se publicó Patria hace nueve meses, me absorbe todo. El libro se ha instalado en mi cerebro y no deja espacio para otros proyectos: es algo que empieza a desazonarme. Necesito estar en casa con mis libros. Tengo la familia y los amigos en Alemania. He sido docente durante 32 años y me siento muy integrado allí. Para mí es muy favorable», añade el autor. Y ante la pregunta de cómo se ve a España desde allí responde tajante: «Como un vecindario de gente mal avenida».