La Escuela Politécnica de València (ETSA-UPV) dedica una muestra al trabajo del arquitecto alicantino Javier García-Solera (1958) bajo el título de Industrias. Esta exposición, que se podrá ver hasta el 28 de junio, forma parte de los actos programados con motivo de los cincuenta años de este centro.

Con una trayectoria plagada de reconocimientos y avalada por multitud de premios, el trabajo del Estudio García-Solera Arquitectos se ha convertido en una referencia constante entre los estudiantes de Arquitectura y los arquitectos noveles. La muestra que nos ocupa está comisariada por Maite Palomares, subdirectora de Cultura de la ETSA-UPV. Gracias a esa labor podemos disfrutar de una selección de veinte proyectos, entre los que se encuentra el edificio de célebre Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), la estación del Tram de Luceros, el café Noray olas oficinas Marsamar, mostrados por orden cronológico y que repasan treinta años de trayectoria de su estudio. Con un formato muy claro y atractivo cada proyecto se exhibe de la misma manera; unas fotos descriptivas, los planos del programa, planos técnicos, bocetos de estudios de detalles constructivos desarrollados durante el proceso de la obra y sobre una peana una muestra material de algún elemento singular diseñado y desarrollado específicamente para ese proyecto.

Entre la serie de obras se intercalan paneles verticales, que dan ritmo al espacio, en los que podemos leer textos elaborados por García-Solera que recogen reflexiones propias bajo lemas como aprender-enseñar, arquitectura-autor, construir-pensar, dibujar-medir, y el texto propio de introducción a la exposición. A todo ello acompaña un serie de proyecciones en donde, a modo de homenaje, el arquitecto muestra el rostro humano de los implicados en el proceso de las obras en que ha participado.

Su padre, Juan Antonio García Solera, un arquitecto muy importante en la ciudad de Alicante, se llevaba a su hijo Javier de cinco años a todas las visitas de obra despertando en el niño una gran vocación por la construcción. Este es un hecho significativo que nos acerca a su figura al desgranar su personalidad y actitud ante el trabajo del arquitecto impregnado de la frase atribuida a Gustave Flaubert que popularizó Mies van der Rohe: «Dios está en los detalles» y del espíritu que transmite Richard Sennett en su libro El artesano, que no es otro que el de la ética inquebrantable del trabajo bien hecho, controlando el proyecto desde la imagen global hasta el más mínimo detalle.

Devoto del orden y composición que proporciona el ángulo recto, siempre trabaja bidimensionalmente desde la sección del edificio como herramienta de construcción y la planta como la que establece el orden. Se trata de una arquitectura sin ventanas al uso, al igual que en las obras de Mies, son grandes planos acristalados enmarcados por o entre muros opacos, donde los alzados o fachadas casi no requieren ser descritas al generarse desde el plano de planta.

Un aspecto fundamental de su obra es la utilización de los materiales que ofrece la industria en lo que se refiere a los revestimientos. Solera nos explica su cercanía o, mejor dicho, su complicidad con el mundo de la industria diciéndonos que el arquitecto no ha de inventar nada nuevo, su labor consiste en investigar lo que ofrece el mercado para readaptarlo a nuevos usos o aplicarlos de manera diferente a lo que nos ofrecen los catálogos, que puede significar a su vez la aparición de nuevos productos mejorados o más prácticos.

Así pues, el lugar en donde se va a construir lo entiende como punto de encuentro de la industria, un lugar que deviene complejo y fascinante como resultado de la concentración de dinámicas que van a generarse entre los agentes que allí confluyen y cuyo resultado final generará un objeto útil, bello, tanto para sus usuarios como para la ciudad.

Lo que nos ofrece esta exposición es una visión detallada de la arquitectura de Javier García-Solera, una arquitectura limpia, ordenada, alejada de estridencias pero que busca una imagen atractiva. Una muestra muy didáctica para estudiantes y profesionales del campo de la Arquitectura que vale la pena visitar con tranquilidad y que itinerará por otras ciudades de España. Todo esto se complementará próximamente con una publicación de bolsillo con la totalidad de la producción de su estudio.