Cerca de un centenar de artistas emergentes de todo el mundo se han presentado candidatos a ocupar una de las diez plazas para desarrollar sus proyectos en la cuarta edición de las residencias artísticas A Quemarropa, una iniciativa que ofrece dos semanas de formación, asesoramiento e intercambio de experiencias a creadores contemporáneos del 11 al 23 de julio en Las Cigarreras de Alicante.

Las 94 solicitudes recibidas este año triplican las llegadas en la edición anterior y alrededor de una cuarta parte de las peticiones han sido formuladas por aspirantes extranjeros.

El notable aumento de la demanda obedece a que este es el primer año que los residentes no deberán realizar ningún desembolso económico, ni de matrícula ni de alojamiento, gracias a la participación de la Fundación Banco Sabadell, que aporta 10.000 euros, con lo que se financia, entre otras cosas, la estancia en el albergue de San Roque; de la Concejalía de Cultura, que presta Las Cigarreras para desarollar los proyectos, así como de la Sede Universitaria de la UA para la realización de actividades.

Como se recordará, las residencias A Quemarropa las organiza la asociación con el mismo nombre creada por un grupo de artistas -Miriam Martínez Guirao, Ana Pastor, Juan Fuster, Saúl Sellés- que en sus dos primeras ediciones carecía de ayuda institucional salvo el espacio cedido por la desaparecida galería Parking Gallery. El año pasado el alojamiento no estaba incluido y este año resulta gratis todo el programa.

La gran afluencia de solicitudes ha hecho más compleja este año la selección de los aspirantes y también «más multicultural», indican los organizadores al contar con un tercio de los aspirantes de fuera de nuestras fronteras, ya que tres de ellos -un cuarto de Suiza ha debido renunciar finalmente- proceden de Brasil, El Salvador y Polonia.

Paradójicamente, apenas unos cuantos artistas alicantinos se han presentado a la convocatoria, aunque el principal argumento que esgrimían para no hacerlo -que les costara el alojamiento obligado en San Roque cuando tenían vivienda en Alicante- ha desaparecido.

También parece que la próxima edición de A Quemarropa será más multidisciplinar que nunca, puesto que dará cabida a creadores «de distintos ámbitos de lo contemporáneo, contando con perfiles desde la música experimental, la instalación, la performance, las nuevas tecnologías, la danza y la animación».

Los diez participantes seleccionados tienen entre 20 y 40 años y son: Albert Gironés (Tarragona, 1995), Barbara Drazkowska (Polonia, 1981), Carmen Tomé (Madrid, 1987), David Fidalgo Omil (Lugo, 1989), Fredy Solano Cañas (El Salvador, 1992), José Jurado (Córdoba, 1984), Lia Scarton Carreira (Brasil, 1985), Miguel Scheroff (Jaén, 1988) Raquel Meyers (Cartagena, 1977) y Vicente Aguado (València, 1980).

En la presente edición se sumarán a A Quemarropa profesionales de la talla de Pedro Font Alba de SCAN, plataforma para la difusión de arte contemporáneo español y latinoamericano que opera desde Londres; Javier Duero, crítico, comisario independiente y productor cultural; Danien Lesmes director del espacio Cruces Arte y Pensamiento, en Madrid; Juan Luis Mira, director de teatro y escritor; Gema Perales y Xandro Vallés del colectivo Aggtelek; Clara Peñalver, bióloga, escritora y especialista en creatividad e inteligencia emocional; Johanna Caplliure, comisaria, crítica de arte, filósofa e investigadora; Victor de Miután, artista, escritor y especialista en psicomagia; Daniel Silvo de Atelier Solar, espacio donde varios artistas desarrollan sus proyectos personales, y Elena Azzedin, directora del programa de residencias de AADK, plataforma de Arquitectura Actual de la Cultura.