Empezar una antología de la poesía diciendo que toda antología es un error y lanzarse, a pesar de ello, a recopilar la poesía alicantina de los últimos quince años, supone un acto de valor que se alcanza, únicamente, con la osadía que da la juventud y la firmeza de quien conoce bien el terreno que pisa.

Manuel Valero Gómez (1986) puede permitirse el desafío pues dispone de ambas, juventud y fuerza, conocimiento y experiencia. Y así, en las casi 150 páginas de su libro Nueva poesía alicantina (2000-2015), editado por el IAC Juan Gil-Albert, nos acompaña en un recorrido intelectual y personal por la poesía que se está escribiendo en Alicante en estos primeros años del nuevo siglo. Un recorrido por un espacio geográfico común, el de la provincia de Alicante.

Un recorrido, también, por las voces poéticas de quienes coinciden en un espacio temporal determinado, las de quienes inician su historia literaria alrededor del año 2000, en ese confuso final e inicio de un siglo, si es que acaso pudiéramos decir que los siglos acaban con la última uva que quedaba en el plato.

Pero no solo los criterios geográfico o cronológico conforman la intención de esta antología. El libro de Manuel Valero se constituye, además, en una muestra, una recopilación y ordenación imprescindibles de la variedad y de la riqueza estética de las voces de estos poetas.

Una selección de propuestas poéticas tan ricas como son las de L uis Bagué, José Manuel Sanrodri, Maria Paz Moreno, Carmen Juan, Luisa Pastor Martínez, Joaquín Juan Penalva, Alicia García Núñez, Carmen Thomas, Ricardo Moreno, Álvaro Jiménez García o el mismo Manuel Valero, se nos ofrecen en las páginas del libro.

No están todos, claro está, los que son hoy en la poesía alicantina. Porque, si en algún momento los tiempos no fueron generosos para con la lírica, no son estos, sin embargo, malos tiempos. A la nómina de poetas hay que sumar la de festivales poéticos, asociaciones y grupos de lectura y estudio, ciclos de poesía, proyectos editoriales de nuevo cuño que dedican a la poesía parte importante de su catálogo ... Y, sobre todo, lectores, nuevos lectores, hombres y mujeres que se mueven, y mueven la poesía, con igual soltura en las redes sociales, los recitales a la vieja usanza o los festivales multitudinarios.

Si esta, o cualquier otra antología de poesía, es un error, solo lo dirá el tiempo. Mientras llega ese momento, todos tenemos una responsabilidad. Unos la de seguir escribiendo poesía para dejar huella en la historia de la poesía alicantina. El resto tenemos la sencilla, placentera, imprescindible tarea de seguir leyendo porque solo los lectores darán a las antologías y a los poetas la dimensión de futuro que merecen.