Ciudad de la Luz fue condenada a devolver 264 millones de Euros y lo que es peor y más grave, al cierre de su actividad económica y empresarial, por distorsionar la competencia del Mercado interior. La sanción y cierre del complejo audiovisual, por resumir el asunto en dos aspectos básicos, fue por lo siguiente:

1. Por la construcción de unos estudios de cine para los que, en opinión de la Comisión -siempre pensaré que se equivocaban-, la provincia de Alicante no tenía la infraestructura, ni historia para ubicarlos. La alegación que mantuve siempre, dando una comparación lógica y real , fue que si eso fuera siempre así, la industria del automóvil jamás hubiera salido de Detroit para crecer en diferentes lugares del mundo; es decir, una auténtica barbaridad, que nuestros gestores no supieron ni contrargumentar ni defender correctamente.

2. La construcción del complejo de Ciudad de la Luz fue realizada enteramente con dinero público -más de 264 millones a enero de 2010, según recoge la propia decisión de la Comisión Euroepa-. En mi opinión la cifra de gasto real a día de hoy se aproximaría hasta los 400 millones de euros, pues habría que computar además estos 7 años más de gasto y nula actividad. Se sumó a dicha situación -y es allí donde el dictamen de la Comisión toma la base para adoptar su decisión que supuso, en la práctica, neutralizar toda actividad en Ciudad de la Luz- , que nuestros políticos de entonces adjudicaban ayudas directas desde los estudios (Ciudad de la Luz SAU, empresa 100% de la Generalitat Valenciana) a quien viniera a rodar en los estudios de Alicante, que materializaron - saltándose todas las normas legales- con contratos de patrocinio (contratos que son justificados como una especie de publicidad de las nuevas instalaciones, y de esa manera se les entregaba a los productores la cantidad pactada). Lo curioso es que sólo unos pocos denunciamos ya en el año 2006 dichas anomalías y advertimos de los peligros que este sistema conllevaba. Además, disponían de informes externos e independientes, que la propia Generalitat poseía, entregados por la gestora del complejo: el denominado Informe Olsberg, en el cual se detallaba la necesidad de materializar las inversiones así como las ayudas para que fueran realizadas con perfecta armonía con la legalidad vigente europea.

Los más importantes estudios europeos y las majors, recelosos ante semejante complejo industrial y sus infraestructuras, que amenazaban con liderar las producciones de primer nivel, temiendo perder su hegemonía europea -sumando elementos claves como las horas de sol, seguridad, oferta hotelera con una calidad y precio mucho más competitivos que el resto, ubicados a 5 minutos de un aeropuerto internacional de primera línea- se pusieron en alerta buscando neutralizarlo y así evitar el éxito de la industria audiovisual en Ciudad de la Luz.

El gran error de nuestros gestores políticos fue no rectificar, y esto sirvió a los grandes estudios europeos para denunciar y eliminar al mayor competidor europeo. Y de esta forma, determinándose claramente por la Comisión Europea en su Decisión C(2012) 3025 que la actuación en Ciudad de la Luz distorsionaba la competencia en el mercado interior europeo, se adoptó como consecuencia final, la sanción económica de 264 millones y, lo más triste, el cierre y la pérdida de miles de puestos de trabajo para la economía alicantina.

Los políticos sabían cómo evitarlo

Esta situación, tanto el informe en cuestión como la situación de ayudas ilegales, las conocían de primera mano tanto el entonces conseller de Economía y Hacienda Gerardo Camps, como el por entonces director general de SPTCVD Eusebio Monzo, así como los respectivos directores generales que fueron pasando por las instalaciones. Esto pasaba a finales de 2007. En esos momentos hubiera sido muy sencillo haber terminado con la distorsión de la competencia, primero acabando con las ayudas ilegales a dedo, que la Conselleria de Economía y Hacienda entregaba en función de criterios personales (no con los que se deben otorgar estas ayudas públicas). Y en segundo lugar, poniendo en valor para venderlas a una empresa privada a precio de mercado. De haberse realizado estas dos simples actuaciones, en ese mismo momento las amenazas de sanción a Ciudad de la Luz y el propio expediente quedaban sin efecto (ya que en 2007 tan solo comenzaba la investigación). Y así lo advertí todos los días, semanas, meses, años? a los distintos responsables de la administración pública, sin que jamás tuviera ni contestación, ni tampoco de las organizaciones empresariales del sector valenciano de la industria. Por extraño que parezca, en vez de resolver esa situación, se dedicaron fundamentalmente a adjudicar las obras que faltaban (edificio de oficinas 20 millones de euros, restauración 6 millones de euros, etc.), dilapidando el dinero público sin control y a sabiendas de que les iba a sancionar, y que el final sería el cierre y clausura del complejo. Lejos de terminar con las ayudas ilegales que se estaban investigando, crearon unas ayudas al cine desde la propia Generalitat. Lo que es más inexplicable es que triplicaron los «contratos de patrocinio» a productores, pensando que ni la Oficina de la Competencia ni la Comisión Europea serían capaces de detectar semejante irregularidad (y eso aun teniendo en cuenta que quienes habían realizado la denuncia eran grandes multinacionales, con los estudios británicos Pinewood a la cabeza). Conocían tanto los informes pagados por la propia Generalitat, como las denuncias y precauciones que personalmente les hice llegar desde 2006 hasta el día de hoy. Todos sabían también cuál sería el final de Ciudad de la Luz, y cuando la solución se les aportó la ignoraron.

Nuevamente, hace más de 7 años, expliqué personal y públicamente cómo solucionar el problema de la distorsión. Pero sólo querían que pasara el tiempo, puesto que así los responsables ya no estarían, y mientras utilizaron para lucimiento a actores y directores de turno. En 2012 simularon una liquidación que jamás se llevó a cabo, puesto que ello conllevaría la quiebra aparentemente dolosa de Ciudad de la Luz SAU; por eso, siguieron llevándola a más gastos, más quiebra y ninguna liquidación.

Nombres como Gerardo Camps, Elsa Martínez, Eusebio Monzó, José Antonio Escrivá... todos ellos responsables, al menos responsables políticos de la caída de Ciudad de la Luz y su quebranto económico (con las contrataciones que se dieron entre la SPTCV y Ciudad de la Luz), dejaron paso tras la caída y perdida del Gobierno Valenciano a nuevos gestores políticos que llegaba dispuestos a solucionar la viabilidad de Ciudad de la Luz, y buscar responsabilidades de los causantes, así como a iniciar una investigación seria en Les Corts. Estas palabras las escuchamos durante años cuando estaba en la oposición sin pelos en la lengua la exdiputada del PSPV Eva Martínez. La realidad es que cuando tomo posesión como directora general de la Sociedad madre de Ciudad de la Luz (SPTCV), ni persiguió, ni investigó aquello que tanto jaleaba en la oposición.

Como hace 10 años, hace 7 años y ahora, les digo que Ciudad de la Luz tiene solución. La dificultad sería comenzar el proyecto no de cero, sino de menos 100 por todo el daño que se ha ocasionado. Si algún día liquidan la empresa pública (entre otras cosas porque está quebrada desde hace más de 10 años y todos los consejeros conocen la situación económica, por ende las responsabilidades civiles respondiendo con el patrimonio personal cada uno de ellos), la dación en pago de activo y pasivos al Reino de España condonaría la deuda (eso que durante años yo proclamé en los medios de comunicación y negaban respondiendo que eso era inviable y una locura). La consecuencia de la dación llevaría técnicamente a ser dueña real de las instalaciones bien a la Generalitat bien al Reino de España. Teniendo en cuenta que se une a la no existencia de ayudas ilegales en Ciudad de la Luz, la distorsión de la competencia en el mercado interior estaría finiquitada -así se dice en todos los dictámenes realizados por la CE de la Competencia-, pudiéndose realizar producciones de nuevo, e intentando dar viabilidad al proyecto mediante un alquiler de las instalaciones o bien una venta a precio de mercado para recuperar algo del dinero dilapidado. En estas condiciones volverían a funcionar a pleno rendimiento las instalaciones -tenemos aún el mejor tanque de agua-, para de esa forma retornar al menos parte a la sociedad alicantina con empleos, empresas y riqueza que tanto añora esta ciudad y nuestra Comunidad.

La pregunta es la de siempre: ¿será capaz el equipo del presidente de entender y realizar estas cuestiones con rapidez y profesionalidad, para que nos deje de costar la friolera todos los años de más de 6 millones de euros, para la reactivación de la economía local, dejando de depender en exclusiva del Turismo, añadiendo una plusvalía a nuestra economía, creando y formando a nuevos empresarios, trabajadores que podrían de nuevo florecer más y mejorar Alicante?.

¿Un anuncio de nuevo acuerdo con Europa?

Me sorprende el anuncio realizado por el presidente de la Generalitat diciendo que Ciudad de la Luz podrá ser gestionada dentro de 15 años. Esto, que como sabrán es una auténtica barbaridad, solo puede ser fruto de varias posibilidades: o bien al presidente se le mal informa -y eso sería muy grave-, o corresponde a una estrategia de comunicación. Es decir, el presidente Ximo Puig y sus equipos conocen perfectamente que en estas condiciones la distorsión de la competencia ha terminado, pero su anuncio no es así. Si lo que quieren es hacer que luego la noticia sea muy favorable, en fechas muy próximas anunciarán que han llegado a un acuerdo con Europa y que ya se puede rodar en los estudios. Sería muy grave contar medias verdades. Si esto fuera así, creo que estaríamos en otro juego político, jugando con los sentimientos y la vida de los ciudadanos. Por otro lado, si realmente la negociación es como dicen, volveríamos a caer con unas negociaciones absurdas con Europa. En Ciudad de la Luz a día de hoy se debería poder rodar sin impedimentos de Europa. La distorsión de la competencia en el Mercado Europeo se finiquitó y por lo tanto las instalaciones podrían acoger rodajes sin ningún tipo de trabas de Europa. No podemos perder más tiempo, ni acabar de nuevo cediendo ante la presión de las grandes majors que fuerzan a la Comisión para que Ciudad de la Luz no abra sus puertas. La administración valenciana en este caso debe ser fuerte, implacable con quien no quiere que Alicante y nuestra Comunidad, tenga la mejor industria cinematográfica de Europa.