Un colorido mural rinde homenaje desde hoy en el centro de Bucarest a la labor de dos diplomáticos españoles, el alicantino José Rojas y Moreno y el madrileño Manuel Gómez-Barzanallana y García, por haber ayudado a salvar la vida de un centenar de judíos rumanos durante la II Guerra Mundial.

En el mural, obra del grafitero español Okuda San Miguel, formas geométricas multicolores se funden con símbolos que invitan a la reflexión y representan la libertad, la tolerancia y la paz, explicó el artista a Efe en Bucarest.

La obra tiene unas dimensiones de 30 metros de alto y 15 de ancho y ha sido realizada en una de las paredes de un céntrico edificio de viviendas.

El alicantino José Rojas y Moreno (1893-1973) fue consejero de la Embajada de España en Bucarest entre 1940 y 1943 y empleó sus contactos con las autoridades rumanas para evitar la aplicación de leyes antisemitas a parte de la comunidad sefardita.

Le sucedió el madrileño Manuel Gómez-Barzanallana y García (1876-1964), que consiguió con sus gestiones la salida del país de decenas de familias y evitar así que fueran asesinadas por los nazis alemanes y sus aliados rumanos.

Este homenaje es una iniciativa de las Embajadas de España en Rumanía, Hungría y Bulgaria y de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) a través de las becas ART-EX, para homenajear a los diplomáticos españoles que ayudaron a escapar a judíos del Holocausto.

También en Sofía y Budapest

El año pasado se inauguró en Sofía, la capital búlgara, un mural en recuerdo del madrileño Julio Palencia y Álvarez-Tubau, quien logró evitar que 800 judíos búlgaros fueran deportados a campos de exterminio nazis.

En Budapest también se descubrió un mural en homenaje al diplomático aragonés Ángel Sanz-Briz, conocido como "El Ángel de Budapest" quien salvó la vida de miles de judíos húngaros.