La catedrática de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alicante, Carmen Herrero Blanco, se convirtió ayer en la primera mujer en obtener el Premio Jaime I de Economía por sus trabajos en favor de la equidad y la economía del bienestar.

Contenta, emocionada y orgullosa por ese logro, en particular en una edición en la que cuatro de los seis premiados son mujeres, Herrero, que ha firmado todos sus trabajos compartidos con hombres, cree que la mujer tiene una visión más social de la economía y cierta sensibilidad distinta a los hombres al abordar la desigualdad. «La misma idea de equidad e igualdad social contiene una percepción más femenina», afirma la investigadora, que suma este reconocimiento al Honoris Causa que recibió de la Universidad de Granada en 2014.

«La desigualdad ha aumentado y ha generado una clase social nueva que son los trabajadores pobres, en peligro de exclusión. Trabajadores a los que el hecho de tener trabajo no les evita estar en la zona de exclusión social. La crisis ha herido más al trabajador y lo ha hecho más vulnerable, ha aumentado mucho la polarización: los ricos son más ricos, la clase media ha menguado y hay una cola más larga de gente trabajadora en peligro de exclusión», explica la profesora, que se declara «moderadamente pesimista», puesto que «a corto plazo parece complicado un cambio» si no se renueva el pacto social. Y lo ve difícil porque «la gente que manda tiene un calendario muy preciso que no va en la dirección adecuada».

A su juicio, esta situación se debe «a la avaricia de muchos», como las empresas que «quieren hacer dinero y tener buenas noticias a corto plazo». «Hemos salvado a los bancos y nos hemos cargado a las clases sociales más débiles», subraya esta expresidenta de la Asociación Española de Economía, que aboga por poner sobre la mesa «un cambio de prioridades». «Habría que cambiar las premisas económicas tradicionales y es difícil porque los gobiernos tienen horizontes muy cortos, a cuatro años vista. Creo que hay oportunidades pero no soy tan optimista como el gobierno, podría ir mejor con con cambios en las costumbres, los trabajos, la forma de trabajar y la formación, porque el trabajo será más escaso. No podemos pretender que todo va a seguir igual que ahora: la formación será fundamental para adaptarse».

¿Es la economía digital una oportunidad para la eliminación de desigualdades o las perpetuará? «Depende de cómo lo hagamos», responde: «Todo lo nuevo es oportunidad, pero ahora estamos en un periodo de adaptación súper duro. Todos los cambios llevan dolor social pero hay que ser inteligente para superarlo».

Herrero, que nació en Madrid hace 69 años y que es catedrática en la UA desde 1986, recibe el premio como reconocimiento a una «larga» carrera «Ha sido una sorpresa, no me lo esperaba y estoy muy contenta y emocionada», aseguró en sus primeras declaraciones. «Los premios Rey Jaime I son difíciles de conseguir», reconoce, pues su nombre ya estuvo en las quinielas otros años. «Creo que es un reconocimiento a una carrera muy larga y con mucho esfuerzo en temas de economía del bienestar, en desigualdad, en pobreza y en aplicaciones del bienestar, en los que he puesto muchas ganas y mucho entusiasmo», continúa esta investigadora a la que le falta un año para jubilarse.

«Los premios Jaume I eran muy machistas hasta ahora», apunta tras subrayar la importancia de visibilizar a las mujeres, también en el ámbito académico. Que este año los Premios Jaume I hayan reconocido la labor y la trayectoria de cuatro mujeres «es maravilloso» y considera «contradictorio» que en la anterior edición el jurado debatiese sobre la ausencia de mujeres pero no premiaran a ninguna.