¿Por qué no ir más con los niños a espacios culturales y menos a centros comerciales? Ya no hay excusas a la pregunta que ayer planteaba el director del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana, José Luis Pérez Pont, en la inauguración del Espai de Telles (Espacio de tejas), un lugar diseñado de forma permanente en el Museo de Bellas Artes Gravina (Mubag) de Alicante para que lo disfruten los más pequeños entre los niños, de 0 a 3 años.

Este espacio habilitado para bebés por el Consorcio de Museos es el primero que se crea en la provincia de Alicante, el segundo en la Comunidad Valenciana después del Centre del Carme de València, que convierte al Mubag en el primer museo de Bellas Artes de España en atender a la primera infancia.

La idea no es «colocar» a los niños mientras los padres visitan el museo, sino que estos acompañen también a sus hijos en su visita. «Que los padres y madres se adapten también a las necesidades de sus hijos porque los niños también hacen su propia visita», explican las responsables de diseñar este espacio, Silvana Andrés y Sonia Rayos, de la empresa Arquitecturas, que han vivido en primera persona cómo el personal de muchos museos vigilaba con exceso de celo a sus hijos pequeños.

El espacio, que muchas madres utilizan como sala de lactancia también, es un lugar con rampas a modo de colinas, donde los niños suben y bajan, gatean y también resbalan, con espejos y zonas de luz en el suelo donde se ven reflejados ellos y sus sombras, con juegos de cajas de colores y piezas poliédricas que encajar en los huecos. A diferencia de los parques infantiles con suelo blando, este es rígido «porque los niños no son tontos y necesitan sus retos» y está inspirado en una corriente pedagógica (la tavola luminosa de Reggio Emilia), que reconoce al niño capaz de mostrar interés por descubrir lo que le rodea. Los padres deben acompañar a sus hijos siempre desde la distancia.

«Queremos que el museo se convierta en un lugar integrado en los actos cotidianos de las familias», explica Pérez Pont, que defiende que los centros culturales públicos ofrezcan servicios como este, «que complemente la oferta museística y que estimule al pequeño en una edad temprana, que les sirva de experimentación y aprendizaje en esta etapa vital de la persona, muy poco atendida a nivel educativo».

Un grupo de unos 30 niños de la escuela infantil Ninos de Mutxamel fueron los encargados de estrenar ayer el Espai de Telles. La directora del museo, Joserre Perezgil indica que el espacio pretende «dar libertad» a este público, «ver qué pueden aprender con los objetos a su alcance estando ya dentro del museo» desde sus primeros años de vida. El diputado de Cultura, César Asencio, destacó que el objetivo es introducir a los niños «de forma intuitiva y fácil al espacio cultural».