Las mujeres se impusieron ayer por primera vez en la historia de los Premios Rey Jaime I, que este año celebran su vigésimo novena edición, y han obtenido cuatro de los seis galardones que este año han distinguido logros y avances médicos, sociales, biológicos y científicos

Solo doce mujeres han sido premiadas con alguna de las categorías de los Premios Rey Jaime I desde que celebró su primera edición, cuatro de ellas en la de 2017, y en los últimos años el impulso de la presencia femenina ha sido uno de los objetivos de la organización de estos galardones, dotados con 100.000 euros en cada una de sus categorías.

La madrileña Carmen Herrero Blanco, catedrática de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alicante (UA), es la nueva Premio Jaime I de Economía. El premio de Protección del Medio Ambiente ha recaído en Anna María Travaset (55 años), por sus aportaciones al conocimiento de la biología reproductiva de especies vegetales amenazadas y a la ecología evolutiva de las interacciones planta-animal, especialmente en los mutualismos de polinización y dispersión de semillas.

Susana Marcos Celestino, profesora de investigación del Centro de Óptica del CSIC de Madrid, ha recibido el de Nuevas Tecnologías por sus estudios en imagen y diagnóstico ocular que han llevado al desarrollo de nuevas lentes intraoculares y la detección de patógenos oculares e infecciones.

El premio al Emprendedor ha sido otorgado a Alicia Asín Pérez, una joven ingeniera informática que en 2006 creó en Zaragoza la empresa Libelium, dedicada al diseño y fabricación de sensores inalámbricos para las llamadas «ciudades inteligentes» o smartcities. El químico y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Martín García, ganador del Premio a la Investigación Básica, explicó que la ciencia de atosegundos es tan joven que «está empezando a dar sus primeros pasos» y todavía se desconoce qué aplicaciones puede tener. Según el acta del jurado, Martín García ha sido premiado por fundar el campo de la «atoquímica teórica» que hace posible «calcular el movimiento de los electrones y, por tanto, la predicción de reacciones químicas».

El neurooncólogo catalán Josep Dalmau, galardonado con el Premio de Medicina Clínica, celebró ayer que el reconocimiento se le haya dado «en casa» y no en el extranjero, después de haber desarrollado 25 años de su carrera profesional en Estados Unidos, y se mostró «ilusionado» por el reconocimiento de un «jurado tan ilustre». La investigación de Dalmau, que en los diez últimos años ha descubierto hasta diez enfermedades del cerebro causadas por mecanismos inmunológicos, se ha centrado en un campo del que, afirma, «se conocía muy poco y ahora sabemos mucho» y «afecta muchas veces a gente joven y niños».

El fallo del jurado se dio a conocer durante un acto en el Palau de la Generalitat en el que el president Ximo Puig se mostró a favor de la «reclamación urgente» de un Pacto de Estado por la ciencia que vaya «incluso más allá de las fronteras españolas» y que sea un Pacto de Europa, que reivindique las raíces ilustradas para volver a ser la referencia.

El presidente de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) y vicepresidente de la Fundación de los Premios, Vicente Boluda, destacó la figura del creador de los galardones, Santiago Grisolía, de 94 años, que acudió al acto pero no intervino.