Quinto año consecutivo que actúa en Alicante. Se ha convertido usted en un habitual por estas fechas en la ciudad, ¿qué es para usted regresar a ella?

Es un gran privilegio para mí poder ser parte de este proyecto de la guitarra en Alicante. Cuando estoy aquí, me siento como si estuviera en casa y pasar estos días entre amigos y tantos talentosos estudiantes es un gran placer.

¿Qué supone para usted sentarse junto a una guitarra? ¿Le sigue sorprendiendo?

Definitivamente. He notado que con el tiempo descubro belleza en cosas que no era capaz de apreciar antes. Para mí la música es vida y el arte es la expresión humana. Si un músico o un artista es sincero y sólo expresa las cosas que de verdad siente, entonces su música o arte irá cambiando y madurando con el paso de tiempo. Quizás en la misma forma que puede suceder en el desarrollo de un buen vino.

¿Qué le parece la apuesta que lleva realizando Alicante desde hace varios años por la guitarra española?

Creo que se ha hecho un gran trabajo y aplaudo los grandes esfuerzos que ha hecho el grupo de personas que han impulsado este proyecto.

Usted dijo en la I edición del Ciclo de Guitarra Clásica que esperaba que el proyecto en Alicante siguiera creciendo, que era fundamental que se abonara bien para que las plantas crecieran correctamente. ¿Está dando ya sus frutos?

Sin duda, creo que este proyecto de la guitarra en Alicante tiene un potencial enorme y que aún hay margen para hacer cosas mejores.

Reconocido por la crítica internacional como uno de los mejores guitarristas contemporáneos, profesor en varias universidades y habiendo actuado en los escenarios más ilustres del mundo, ¿sigue aprendiendo?

¡Siempre! He dedicado mi vida a tratar de entender la guitarra y la música, así que siempre he pensado en mí como un estudiante y no como un docente.

El Royal Albert Hall de Londres, el Musikverein de Viena, el Palau de Barcelona, el Teatro Real de Madrid... ¿Le hace especial ilusión alguno que no haya ido todavía?

Me siento muy dichoso por haber tenido la oportunidad de haber tocado en estas salas. En cada ocasión he apreciado plenamente el gran honor que estas actuaciones han representado para mí. Espero con mucha curiosidad y alegría qué sorpresas que me traerá el futuro.

¿Tiene futuro la guitarra clásica en un mundo musical donde premia, cada vez más, lo artificial?

Creo que sí. Para mí la guitarra clásica es una de las cosas más bellas del mundo y también creo que los seres humanos siempre apreciaremos la belleza. Lo artificial, al final, espero que sólo sea pasajero.

¿Qué tiene de novedoso su nueva obra, Bach y Granados, que estrena el próximo domingo en Alicante junto a Beijing Guitar Duo?

Creo que es bonito e interesante el contraste entre dos grandes compositores tan diferentes como lo son Bach y Granados. En la primera parte del concierto, dedicada a Bach, se podrá escuchar también la gran diferencia entre las dos obras que vamos a tocar, el Concierto de Brandeburgo no. 6 y la Chacona. Pero lo más novedoso del programa quizás sean las transcripciones de Christophe Dejour de piezas extraídas de Goyescas de Granados, la obra cumbre de este compositor y raramente escuchada en la guitarra.

Háblenos del curso que impartirá la próxima semana en el Máster de la Universidad de Alicante

Van a ser unos días de un trabajo muy intenso donde para mí será un gran placer compartir mis experiencias con los estudiantes. Espero que ellos puedan disfrutar trabajar conmigo tanto como yo voy a disfrutar trabajar con ellos.