¿Qué futuro se dibuja cuando hablamos de flamenco?

Espero que la verdadera afición siempre vaya a más y que se siga aprendiendo de los antiguos que son los que lo han creado. También deseo que haya gente joven que quiera descubrir qué es el flamenco y así el género pueda evolucionar, adaptando colores y músicas nuevas para que se cree un flamenco con afición pero moderno.

¿Qué supone compartir escenario con Habichuela, que pertenece a una de las dinastías más importantes y longevas del flamenco?

Implica mucho porque ha sido como una unión que ha habido siempre entre las dos familias. Además, los dos hemos nacido y nos hemos criado con la música. Existe tal conocimiento y tal amistad entre nosotros que se nota mucho a la hora de subir al escenario. Los dos disfrutamos Tratamos de llevar al escenario el flamenco de nuestras casas.

«Canto por una extraña ley de la naturaleza», decía su padre.

[Risas] Yo creo que también. Cuando me paro a pensar qué es cantar o qué es la música, creo que si volviese a nacer lo necesitaría igual. Como decía mi padre, es una ley extraña de la naturaleza poder hacer esto. Es algo maravilloso.

Quiso ser torero y bajista de una banda de punk. ¿Por qué se inclinó por el cante?

Porque es lo que he vivido siempre en casa. Mi padre quería que fuese guitarrista pero cuando me quise dar cuenta me metí en ese mundo hasta que me solté y ya estaba cantando. Mi padre me apoyó y me hizo ir con ellos de corista para aprender.

¿Qué consejo le dio su padre?

Me dijo que hiciera lo que hiciera que tuviera claro que no era un juego, que tenía que trabajar mucho y estudiar. Me repetía que había que hincar los codos y que si quería ser cantaor que tenía que trabajar y escuchar a los viejos. También me aconsejaba que me cuidase y que fumase poco. Me apoyó, pero su gran consejo fue que mi afición tenía que ser mi mejor amiga.

¿Cómo influye el apellido Morente?

¡Es un halago! Siempre pienso qué grande ha dejado mi padre este apellido, qué flamenco lo ha hecho. Pero pesa mucho, sobre todo a la hora de la responsabilidad de uno mismo, hacia al público y hacia su legado. Por otra, es un apaño muy grande, que hay que disfrutar.

Sus hermanas Estrella y Soleá también pertenecen a la saga. ¿Miman al pequeño de la casa o son muy críticas?

Las dos cosas. Me miman mucho. Estrella me da un poco más de caña pero son dos pedazos de hermanas y compañeras. La verdad es que comparto con ellas la música de una manera preciosa.

¿Escucha la música de su padre?

Es muy relativo. A veces cuando estoy alegre, otras cuando estoy triste. Lo necesito escuchar mucho y aprender de él pero siempre que lo pongo me emociono.

¿Se podría decir que José Enrique Morente ha creado un sello propio influenciado por el estilo de su padre?

No me he parado a pensar en tener sello propio. Me he preocupado de conocer los cimientos, luego, lo otro ya vendrá. En mi casa me inculcaron tener afición a todas las músicas y a todas las culturas. Sin duda, ha sido uno de los mejores frutos que me ha dejado mi padre, ser un cantaor moderno que me guste escuchar y crear de la nada.