Ya hay resolución de Europa sobre el futuro de la Ciudad de la Luz. Y como anunció hace unos días, durante una visita a Alicante, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, va en una «buena dirección». Bruselas avala en su fallo, según confirmaron fuentes conocedoras de la decisión, que el Consell se pueda quedar con la propiedad del complejo sin ningun tipo de obligación de venderlo y que, por tanto, lo pueda gestionar para intentar poner en valor la enorme inversión que heredó de la fallida etapa del PP y sacarle rentabilidad a instalaciones que llevan más de lustro sin actividad. Esa es la principal conclusión de una resolución que, no obstante, contiene un punto que todavía está en el alero y que la Generalitat espera suavizar. La UE impone una clausura temporal de todo tipo de actividad económica en una parte de la Ciudad de la Luz, una limitación sobre la que el Consell está negociando para que sea lo más corta posible.

Ha tenido que pasar casi un año para que Bruselas diera forma a la respuesta que iba a dar a la Generalitat sobre la propuesta que contemplaba asumir todos los activos pero también las deudas de la Ciudad de la Luz y quedarse con el complejo cinematográfico. La propia institución autonómica es la única deudora de los estudios y, por tanto, a la que se tienen que devolver los 265 millones que en su día concedió para su funcionamiento y puesta en marcha, cantidad que Europa consideró una ayuda ilegal y que, por tanto, se tenía que retornar. Como la Ciudad de la Luz no podía deolverla, la UE decretó que efectivamente saliera a subasta. Ese fue el punto en el que se encontró la situación el actual Consell cuando llegó al Palau. Y que ahora se resuelve con esta decisión de Europa que, en la práctica, supone una dación en pago a favor de la Generalitat.

Precisamente, una de las razones por las que el presidente Ximo Puig decidió mantener Proyectos Temáticos -la empresa pública que controla la participación autonómica en el complejo- fue intentar darle la vuelta a esta situación y tratar de darle actividad a unas instalaciones que le han costado a las arcas públicas, como publicó este periódico hace unas semanas, más de 400 millones de euros, de los que una gran parte ya se han volatilizado como gastos, pérdidas o por el deterioro de los activos. Cuando Ximo Puig accedió a la Generalitat, la orden que llegaba de Europa era vender el complejo por la cantidad que fuera. Inicialmente, inferior incluso a veinte millones aunque posteriormente se pidió elevar el precio, cifra que, en cualquier caso, no llegaba ni a una décima parte de la inversión realizada. La filosofía de este Consell, aplicada también a otros grandes proyectos heredados del PP, fue que había que intentar recuperar unas instalaciones que habían tenido un enorme coste para los ciudadanos.

Con dos subastas que han quedado desiertas durante todo este largo trámite, el presidente de la Generalitat tomó personalmente las riendas de las negociaciones con Bruselas para tratar de desatascar la situación. La posición del Consell, desde un principio, era muy clara: olvidarse de «malvender» las instalaciones y quedarse con el complejo para intentar reflotarlo. Tan descolocada quedó la Comisión Europea, acostumbrada a que las empresas en quiebra vayan a subasta judicial, que su respuesta se ha dilatado en el tiempo. El Consell, de hecho, esperaba una comunicación en firme de Bruselas desde finales del año pasado Ha sido esta misma semana cuando el Consell ha recibido contestación y esta mañana será el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el que se desplace a Alicante para dar a conocer los detalles a los miembros del consejo de administración de la Ciudad de la Luz, como figura en su agenda oficial para hoy.

Segunda parte

Una vez confirmado que el Consell se quedará con la propiedad del complejo de ocio, unas instalaciones con una enorme cantidad de espacio disponible que, a día de hoy, se encuentran vacías, arranca la segunda parte del plan: generar actividad. Una gran parte de la Ciudad de la Luz -básicamente los estudios de cine- están afectados por una limitación temporal de la iniciativa económica impuesta por la UE como condición a la Generalitat. El Gobierno valenciano mantiene ya contactos con Bruselas y confía en reducirla al máximo para que afecte lo menos posible. Pero en otra parte de las instalaciones -el centro de estudios o algunos de los grandes edificios que ni siquiera se han abierto- ya se podrá empezar a desplegar cualquier proyecto.

El presidente de la Generalitat ya anunció hace un tiempo su intención de instalar en la Ciudad de la Luz la sede de la nueva Agencia Valenciana de la Innovación. En alguna ocasión se ha apuntado la posibilidad de que las instalaciones pudieran acoger la futura delegación de la nueva Ràdio Televisió Valenciana en la provincia. Y, sobre todo, la creación de un gran polo vinculado a la captación de talento para instalar empresas vinculadas a la economía digital, algo en lo que el director general de Proyectos Temáticos, Antonio Rodes, lleva un tiempo trabajando. No está descartado ni tan siquiera recuperar, al menos en parte, la vía del negocio cinematofráfico cuando se levantara la suspensión que pesará sobre la porción del complejo sujeta a esta resolución de la UE. En cualquier caso, esto supondrá un antes y un después. Era el último cartucho que la Generalitat tenía en la recámara para intentar reflotar los estudios. Una oportunidad para tratar de salvar la Ciudad de la Luz.