En el Primavera Sound las cifras son grandiosas: 11 millones de euros de presupuesto, 226 actuaciones en cuatro días, catorce escenarios y más de 50.000 personas entrando cada día por las puertas del Parc del Fòrum de Barcelona durante los tres días centrales, entre el 1 y el 3 de junio.

El Primavera está en la cresta de la ola y se puede permitir superarse cada año con carteles que unen en un mismo espacio a artistas del calibre de Arcade Fire, Bon Iver, The XX o Van Morrison. Pero estos lujos no están al alcance de todos porque «el precio de ciertas bandas se ha multiplicado por diez en diez años», explica el codirector del evento, Gabi Ruiz.

Primavera Sound «se ha impuesto en sus fechas» y no tiene problemas para elegir grupos y contratarlos, según sus codirectores, pero no todos los festivales tienen tanta suerte y por eso «se habla de la burbuja festivalera». La causa de esta burbuja es la crisis de la venta de discos, según el también codirector Alberto Guijarro, porque «los discos ya no son una fuente de ingresos y todo el negocio se ha trasladado a lo conciertos en directo».

«El modelo de las grandes discográficas, con mucha gente alrededor del artista, se ha trasladado a la oficinas de management», añade Ruiz. El resultado es que «contratar a ciertos grupos es muy caro, porque viajan más de 100 personas para cada bolo, y la pena es que todo esto repercute en los espectadores, que son los que lo pagan en el precio de las entradas». A pesar de esta inflación, el Primavera Sound lleva años manteniendo precios porque «de lo contrarío sólo habría público extranjero -afirma Ruiz-, y queremos cuidar a nuestros espectadores nacionales porque hemos crecido con ellos». Unos espectadores que hoy podrán disfrutar de una jornada gratuita en el Fòrum encabezada por el pop electrónico de Saint Etienne, y mañana tendrán su primer día grande con un cartel encabezado por Bon Iver, Solange, Miguel, Slayer y The Zombies. El viernes reinará The xx y su líder Jamie xx, con dos conciertos con los que los organizadores esperan que el público olvide que ese día tenía que actuar Frank Ocean, que canceló su actuación en el último momento. Pero el cartel más espectacular es el del sábado, con Arcade Fire, Van Morrison, Grace Jones y Angel Olsen, entre muchos otros.

El atractivo del festival es innegable, y sus directores saben que si subieran precios y aumentaran el aforo, seguirían llenando, pero las dimensiones del Parc del Fòrum son las que son y resulta difícil crecer. Aunque este año han conseguido arañar unos cuantos metros cuadrados por la frontera del Fòrum con Sant Adrià del Besos y llegar a los 192.000 metros, que han utilizado para ampliar la zona de música electrónica, el Primavera Bits. Más fácil resulta alargar las otras dos ramas del festival: el Primavera Pro, dedicado a los profesionales del sector, y Primavera en la Ciutat, con conciertos gratuitos por toda Barcelona y de pago en las salas. Los tentáculos del Primavera Sound se extienden cada año más por los diferentes barrios de Barcelona y el Primavera en la Ciutat, «más que un evento complementario, es ya un festival paralelo que reúne más de 80 bandas», según Guijarro. De hecho, Primavera Sound dedica la totalidad de la aportación del Ayuntamiento de Barcelona, 140.000 euros, al Primavera en la Ciutat, y la aportación de la Generalitat, 175.000 euros, al Primavera Pro.