Su pintura camina con paso firme por la abstracción, donde ha encontrado su universo y su espacio de representación. Pero su lenguaje trasciende ese campo artístico y saca pecho por los procedimientos clásicos de la figuración. «Es un pintor abstracto pero sin embargo no es fiel al lenguaje de la abstracción; su pintura mantiene una cierta representación que sugiere la idea de figuración». El crítico Miguel Cereceda conoce bien la trayectoria del artista alicantino y así lo ha plasmado en el catálogo de la exposición Blackboards, con la que Zuazo muestra sus últimos tres años de trabajo en la sala de exposiciones de la Fundación Caja Mediterráneo de Alicante.

Sesenta obras dan vida a esta muestra que comenzó con el cuadro Broken balckboard en 2014. «Tiene que ver con la construcción y destrucción de la enseñanza -asegura el artista-, en mi caso de la enseñanza artística, que requiere un esfuerzo para construir sobre lo borrado, sobre esos restos». Ese concepto, «la construcción de un nuevo espacio pictórico», ha guiado su trabajo durante los últimos tres años con una serie de cuadros en los que la geometría, el volumen, el color y la definición o indefinición del espacio siempre están ahí.

«En la pintura abstracta, como dice Cereceda, había un canon de prohibiciones de lo que se puede y no se puede hacer, pero yo creo que la pintura abstracta puede ser representación y de hecho lo ha sido a lo largo de la historia». Por eso, Zuazo no renuncia a la perspectiva ni al volumen ni a la luz en su camino de abstracción. «La idea que yo persigo es que el lenguaje abstracto sea más amplio, que no sea restrictivo, porque hasta ahora lo ha sido».

Para Cereceda, que acudió a la presentación de la exposición junto al presidente de la Fundación Caja Mediterráneo, Luis Boyer, y el vicepresidente de la entidad, Miguel Valor, Jesús Zuazo trabaja en tres líneas de investigación. La primera, su «infidelidad» a la abstracción, ya que «deliberadamente intenta integrar elementos que proceden de la tradición de la figuración». El segundo elemento «es una relación específica entre el arte y la ciencia porque trabaja sobre un problema cien tífico más que artístico, pero aporta soluciones muy interesantes»; y el tercero, «que desarrolla una pintura politonal, con una analogía musical». «La fuerza de la pintura de Zuazo -apunta el crítico de arte- me parece que nace de la combinación de estos tres elementos».

La exposición Blackboards se puede visitar hasta el próximo 16 de julio.