Es cierto que todas los montajes expositivos del MARQ son innovadores. También que todas sus muestras han sido casi únicas e irrepetibles. Ambas premisas se cumplen en Mayas. El enigma de las ciudades perdidas, que se inauguró ayer y permanecerá abierta hasta el 7 de enero. No se trata solo de mostrar cerca de 200 piezas de primer nivel, que lo son y mucho, sino de que el visitante comprenda esa civilización, con sus rituales, su religión y sus costumbres, la recorra y la viva a través de sus instalaciones. Y es que a pesar de que esta exposición se ha visto ya en Holanda y Alemania, el proyecto museográfico es propio del MARQ.

«La exposición logra enseñar los mayas en su entorno», aseguraba ayer el comisario de esta exposición, Nikolai Grube, durante su presentación. Y algo sabe del tema este investigador del Instituto de Arqueología Americana de la Universidad de Bonn y especialista en escritura maya. «Queremos mostrar los resultados científicos de muchos años de investigación, mostrando no solo la perspectiva de la elite de los reyes y las casas reales mayas, sino con una visión más compleja de la cultura maya de la que se ha visto en otras exposiciones».

Las piezas proceden del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala y de las instituciones Fundación Ruta Maya y la Colección Neria Herrera del Museo Juan Antonio Valdés del país. Y en el caso del museo alicantino se cuenta además con una docena que han llegado desde el Museo de Etnología de Berlín y del Rautenstrauch Joest Museum de Colonia. Todas llenan las tres salas temporales que presentan un ambientación única.

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MARQ. Exposición "Mayas. El enigma de las ciudades perdidas"

La primera sala se ha ocupado con un par de instalaciones que asimilan dos pirámides mayas, en las que se reproducen las figuras de San Bartolo, un mural del preclásico. Aquí se encuentra el Panel de Cancuen, con 160 jeroglíficos , o una pintura rupestre hecha en piedra caliza, en la que aparecen tres chamanes. Entrar en la segunda sala es introducirse en el interior de una pirámide maya y escudriñar entre las diferentes piezas, como la pequeña máscara de jade, utilizada como adorno de un cinturón o un tocado, o el Altar de Quiriguá de piedra caliza.

La última sala acoge las piezas más impresionantes, como la escultura Hombre con atributos de jaguar, una enorme escultura única de dos metros y medio, del periodo clásico (250-600), que adornaba presumiblemente el lateral de una escalera. También aquí se encuentran las estelas, impresionantes bloques de piedra en los que se escribía la historia de las dinastías y gobernantes. Y entre ellas, destaca la Estela 89 de Calakmul, del año 731, de más de dos metros de altura y un peso de una tonelada.

«Detrás de estas estelas y máscaras de oro verde -que es como yo llamo al jade-, de las vasijas, hay una gran civilización», afirmó el ministro de Cultura de Guatemala, José Luis Chea Urruela. «Las piezas nos hablan del conocimiento de esta civilización, de su forma de vida, de su sabiduría, de su religión, de sus creencias y de ese enigma que aún no hemos podido descifrar, que es por qué desaparecieron».

Para el director del MARQ, Manuel Olcina, que ha trabajado codo con codo con el director del exposiciones del museo, Jorge Soler, «este es el resultado del esfuerzo de muchas personas». Aseguró que la muestra sirve para conocer una sociedad «compleja», donde «cerámicas, terracotas, grandes relieves de piedra, conforman el material que nos traslada a un sociedad distante, en muchos aspectos enigmática, pero no totalmente desaparecida».

El presidente de la Diputación, César Sánchez, cerró la presentación destacando la colaboración público-privada para llevar a cabo esta iniciativa, al tiempo que insistió en que se trata de una oportunidad excepcional para contemplar estas piezas.

El acto contó también con la presencia del embajador de Guatemala en España, Fernando Molina; el cónsul de Guatemala en Alicante, Francisco Javier Garnica; el director del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala, Daniel Eduardo Aquino; la directora de la Fundación Ruta Maya, Sofía Paredes; el profesor Miguel Rivera, comisario de la parte de la exposición sobre las excavaciones españolas en Guatemala, así como el director gerente del MARQ, José Alberto Cortés; el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, y responsables de centros europeos y americanos y empresas colaboradoras. Igualmente se dieron cita en este encuentro el exministro y diputado por Alicante, José Manuel García-Margallo; y los expresidentes de la Diputación Luis Pastor y José Joaquín Ripoll.

El MARQ ha programado hasta el domingo jornadas de puertas abiertas con motivo de su 15 aniversario y ayer por la tarde fueron ya 524 las visitas recibidas.

Los actos por la inauguración de esta exposición continúan hoy con unas jornadas de conferencias.