David Lynch y Kyle MacLachlan protagonizaron la alfombra roja del Festival de Cannes y el director estadounidense recibió una cerrada ovación con el público en pie dentro del Teatro Lumière, donde ayer se proyectaron los dos primeros capítulos de la continuación de la mítica Twin Peaks.

Cinco días después de ser emitida en las televisiones de medio mundo, Cannes se vistió de gala para acoger un evento poco habitual en el festival y que obligó a retrasar la proyección de la película en competición de la jornada, Good time, de los hermanos Safdie, con Robert Pattison.

El público y los fotógrafos esperaron espectantes la llegada a la alfombra roja de Lynch y MacLachlan, que no ofrecieron en Cannes rueda de prensa ni posaron en el tradicional photocall, de ahí que los fans no quisieran perderse la ocasión.

Lynch, vestido de traje y corbata negra, pisó la alfombra, mientras apuraba un cigarrillo al bajar del coche, acompañado de su esposa Emily Stofle. Mientras MacLachlan, el agente del FIB Dale Cooper en la serie, aparecía con esmoquin azul noche de solapas y pajarita negras, entraba a la alfombra roja junto a su mujer Desiree Gruber.

El grupo lo completó la productora ejecutiva de la serie, Sabrina Sutherland y, una vez reunido sobre la alfombra, empezaron a sonar la primeras notas de la banda sonora de Twin Peaks" que les acompañó hasta lo alto de las escaleras, donde fueron recibidos por el delegado general del certamen Thierry Frémaux.

Por otra parte, el actor Robert Pattinson consiguió ayer por fin hacer olvidar la saga Crepúsculo con una espectacular interpretación en Good Time, presentada ayer en el certamen, una película en la que se transformó tanto que nadie le reconoció durante el rodaje, que se desarrolló por las calles de Nueva York.

Numerosos famosos acudieron por la noche a la gala amFAR celebrada en el marco del festival.