La coreógrafa y bailarina alcoyana Sol Picó estrenó el miércoles en París las reflexiones sobre el fracaso, el miedo y el éxito que impregnan su obra One-Hit Wonders, un repaso de 23 años de trabajo, desde que creó la compañía que lleva su nombre.
«Mi carrera está siendo un poco larga», bromea la artista tras comentar que el cuerpo le «responde bien», segura de que cuando tenga que bajarse del escenario, lo hará sin problema.
Nacida en Alcoy en 1967, y conocida por haber convertido la fusión de estilos en su marca de identidad, Picó, Premio Nacional de Danza 2016, interpretará su creación en la capital francesa hasta el 21 de mayo en la Maison des Métallos.
En One-Hit Wonders el fracaso ocupa un lugar «muy importante» y es «motivo de ironía y de risa con el público», explica Picó al comentar esta obra en la que reunió algunos momentos clave de las piezas más representativas de su carrera.
La coreógrafa estrenó esta obra en el Festival Temporada Alta de Girona en 2014, y la interpretó por primera vez en Francia dos años después, en la sección Off del Festival de Aviñón.
Aunque cada vez se interesa más por la coreografía, Picó dice que necesita estar sobre el escenario, por lo que nunca dejó de bailar, ni siquiera cuando se lesionó la rodilla en el estreno de un espectáculo, que no interrumpió.
Ahora está «en pleno montaje» de una nueva coreografía, sobre «el exceso de masculinidad y el hombre vulnerable» del siglo XXI, que preestrenará el 21 de junio en Barcelona con el título, todavía provisional, Dancing with Frogs.
La idea le surgió «desde las entrañas» cuando estuvo «trabajando con lo femenino» para su espectáculo We Women, una pieza en la que aborda el papel de la mujer en el mundo, con la que ha viajado a Italia, Francia, Alemania y Argentina.
Como «un desnudo integral» califica la propia Sol Picó su espectáculo One-Hit-Wonders, en el que repasa los mejores momentos de su carrera a los que proporciona una visión «ácida e irónica». Todo ello lo hace a bordo de un avión pilotado por su álter ego, acompañada a ratos por Joan Manrique.
