Los editores de diarios españoles acordaron ayer refundar la asociación en la que se han agrupado como colectivo los últimos cuarenta años, la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), y nombrar nuevo presidente a Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica. Los acuerdos se adoptaron por unanimidad en una histórica asamblea general celebrada en Madrid en la que los editores renovaron su compromiso con la libertad de expresión.

La refundación se ha llevado a cabo mediante una profunda reforma de los estatutos sociales de la entidad, que a partir de ahora pasará a denominarse Asociación de Medios de Información (AMI). El nombre refleja una de las claves de la refundación, más allá de la denominación: AMI se abre a todos los medios de información, sean o no de pago, nativos digitales o de papel, según el comunicado difundido por la asociación para dar cuenta de los cambios.

Los editores han aprobado también una relevante remodelación de los órganos de gobierno de la entidad. Se renueva íntegramente la junta directiva, que a partir de ahora estará formada por presidentes ejecutivos o consejeros delegados de las empresas asociadas a la nueva AMI. También se crea una comisión ejecutiva, formada por Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica; Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa; Luis Enríquez, consejero delegado de Vocento; Fernando de Yarza, presidente de Henneo, y Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de Promecal.

El hasta ahora máximo responsable de AEDE y consejero delegado de Prisa, José Luis Sainz, presidió la asamblea y resaltó en su intervención de despedida del cargo el firme compromiso de los editores de diarios con sus lectores, que les ha llevado a facilitar la información a los ciudadanos a través de todas las plataformas que la tecnología pone a su alcance.

Javier Moll, presidente del grupo editorial al que pertenece INFORMACIÓN, comenzó su intervención en la asamblea agradeciendo la confianza que depositan en él y destacó el firme compromiso de los editores con la libertad de información, una libertad que es ejercida desde la responsabilidad cívica y jurídica, en tanto en cuanto que los editores responden ante la sociedad de sus errores y de sus aciertos. Y contrapuso los principios de credibilidad, veracidad, respeto y pluralidad con que ejercen la activad informativa los editores a las prácticas de quienes han generado el fenómeno de las llamadas «noticias falsas», algo que «la sociedad contempla atónita», según informó la propia asociación.

El primer presidente de AMI resaltó también la fundamental labor que desempeñan los periodistas y subrayó su voluntad de crear espacios de encuentro entre éstos y los editores, espacios donde caminar juntos en la búsqueda de modelos de futuro para el sector. Su intención es propiciar ese trabajo en común a través de un ente específico para periodistas, en sintonía con el modelo ya existente y exitoso de la WAN, la Asociación Mundial de Periódicos. «Una empresa de medios informativos sin periodistas no es nada», afirmó Moll.

Sus últimas palabras fueron para decir que asume su cometido como una labor colegiada que requiere «apoyo, lealtad y colaboración sincera» para conseguir los objetivos de la asociación. Javier Moll concluyó su intervención prometiendo «el mayor de los esfuerzos para conseguir llevar este barco al puerto seguro que todos soñamos».

La asamblea guardó un minuto de silencio por los siete periodistas asesinados en México en lo que va de año, dos de ellos en los últimos días.