Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un coreógrafo en continuo aprendizaje

El alicantino Daniel Hernández prepara su nuevo espectáculo gracias a varias residencias artísticas en Teatros del Canal (Madrid) y Centro Negra (Murcia)

Un coreógrafo en continuo aprendizaje

El coreógrafo alicantino Daniel Hernández prepara con Antonio Alonso su próxima pieza, Silenciados, en el Centro de Danza Canal, el espacio de creación y difusión de la danza de los Teatros del Canal de Madrid y lo hace a través de una residencia artística en dos fases en este espacio: doce días en mayo y un mes en octubre.

Pero esta no es la única. Hernández, que en 2014 creó la compañía Spin Off Danza -con la que ofrece espectáculos en solitario o en colaboración con otros bailarines- también ha disfrutado de dos meses de residencia en febrero y en marzo en el Centro Negra-AADK Spain de Murcia.

El coreógrafo alicantino señala que aprovecha las estancias en estos centros creativos para preparar su trabajo, en ocasiones solo y otras junto a su compañero de proyecto, ya que «estamos ahora en la fase de creación, de probar con cosas nuevas, de investigar, y para eso se necesita tiempo y disponer de un lugar para probarlo», que él ha encontrado fuera de la provincia de Alicante, ya que aquí aún no se han desarrollado estas iniciativas.

«Sería ideal que la residencia artística fuera acompañada de apoyo económico, pero es lo que nos falta», apunta Daniel Hernández, que debe costearse sus estancias en Madrid o Murcia, pero destaca que el hecho de poder desarrollar sus proyectos en estos espacios cuenta con ventajas considerables.

«Hay muestras en las salas y los responsables de los centros te apoyan con sus recursos y contactos para que vengan programadores culturales a los que poder enseñar tu trabajo. En el centro de Murcia, además, hemos contado con la ayuda de Abraham Hurtado, director artístico de AADK Spain», indica el bailarín y coreógrafo, que prevé estrenar Silenciados a finales de año.

Hernández trabaja por primera vez con Antonio Alonso, como anteriormente hizo con Mario G. Sáez en Aguanta, con quien emprende un camino nuevo en el que está probando la performance y la instalación en escena, «es una apuesta no solo de danza, también de arte performática. La performance es la evolución natural de la danza teatro y las pruebas que estamos haciendo me enriquecen mucho».

Aunque el espectáculo se encuentra en fase de creación, Silenciados hace referencia al silencio querido o impuesto; el silencio como vacío que da cabida a todo lo acallado, «el silencio como única respuesta en una sociedad cada vez más represiva o el silencio como lugar donde baila el eco de lo que escuchamos antes que éste nos habitara», explica el artista.

«Al principio el concepto lo entendíamos desde un punto de vista más global, pero parece que estamos concretando más hacia el silencio político, el provocado por el aborregamiento de la sociedad, de cómo nos acallan y no nos quejamos ante lo que sucede», explica Hernández, en una suerte de arte político, «algo que se hace mucho en Europa y me interesaba mucho, porque creo que es labor del artista hacerlo», concluye.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats