Casi un año después de iniciar sus respectivas campañas de micromecenagzo para financiar sus cortometrajes, el cineasta de San Vicente del Raspeig David Valero y el valenciano afincado en Alicante Guillermo Alcalá-Santaella han concluido con éxito sus películas y se preparan para su próximo estreno.

El primero en mostrar su trabajo será Valero, que presenta su corto Scratch Scratchel próximo 11 de mayo en el cine La Esperanza de San Vicente a las 21 horas. Será un pase cerrado para «toda la gente que ha colaborado en la película, que es mucha», más de 250 mecenas que han participado con sus aportaciones en la campaña de Amigos Fila 0, así como el centenar de figurantes y las cuarenta personas que intervinieron en el equipo técnico del corto.

Valero ha contado también con 16.500 euros de ayudas del Institut Valencià de Cultura y del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, que se sumaron a las aportaciones de particulares y comerciantes para el rodaje de esta película en formato corto cuyo coste final superará los 30.000 euros.

Valero inició el micromecenazgo -sin recompensas, salvo la publicación del nombre de los financiadores en los títulos de crédito- convencido de que necesitaría financiación para un trabajo que preveía «ambicioso en su factura». Hoy, el director está «muy contento con el mundo creado en Scratch, que es muy personal y espero que la gente conecte con la película. La fotografía es impecable, los actores y figurantes, la música... Es una pasada y no tiene nada que envidiar a nadie», afirma Valero de esta historia protagonizada por Javier Bódalo, rodada entre Alicante y San Vicente, que cuenta cómo le cambia la vida a un dj con una leve discapacidad que es testigo de una brutal paliza.

El cineasta ha encontrado ya distribuidora, Marvin & Wayne Short Film Distribution, la misma que tuvo Timecode -el corto de Juanjo Giménez que ganó la Palma de Oro en Cannes y fue candidato a los Óscar- y prepara su estreno en algún festival de cine destacado.

Con menos presupuesto pero con parecida ilusión prepara la presentación de su corto Guillermo Alcalá-Santaella, La Sierra, rodada entre Requena y La Font Roja y financiada con 8.000 euros, «el dinero que sacamos de la campaña de crowdfunding en la plataforma Indiegogo y la ayuda de dos premios que ganamos al mejor guion de cortometraje en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y de la Universitat de València», señala el director.

La campaña de aportaciones particulares pretendía cubrir los 3.350 euros básicos para cubrir gastos y «se logró un 93% de la cuantía total, que está muy bien», indica el realizador, a través de 53 aportaciones particulares, con cuya suma se pudo iniciar el rodaje de esta historia «totalmente independiente sin una productora detrás, sin patrocinadores y sin apoyo de la administración a pesar de haber solicitado ayudas a la producción tanto al ICAA como a CulturArts». Sí hay colaboraciones del Instituto del Cine de Madrid y de tres productoras audiovisuales de Alicante.

No obstante, y pese a los pocos recursos institucionales, Alcalá-Santaella se muestra muy satisfecho con el resultado del trabajo realizado. «Soy muy optimista porque ha quedado un corto muy chulo. Ahora estamos estudiando las posibilidades de distribución, que quiero que esté muy bien pensada», señala el cineasta, que añade que en mayo se hará una presentación privada «en Alicante o en Valencia» y su estreno está previsto entre mayo y junio.

La Sierra es una historia intimista que habla de la condición humana y de la relación paterno-filial, del inevitable paso del tiempo a partir de lo que une a un padre y a un hijo. El cortometraje está basado en un relato de Andrés Pau protagonizado por Morgan Blasco y Carles Arquimbau.