Atenas creó la democracia y la estrategia militar, fue cuna de la belleza clásica y paradigma de un patrimonio cultural expoliado y hoy sirve de ejemplo de las desigualdades económicas y sociales de Europa. En la ciudad helena y alrededor de estos ejes acaba de inaugurar la primera parte de su proyecto Los desastres de la guerra el alicantino Daniel G. Andújar, uno de los pocos españoles invitados entre un total de 160 artistas a Documenta, la exposición más destacada del arte mundial que se celebra cada cinco años -esta es la edición 14- y que por primera vez se desdobla en dos ciudades: Atenas y Kassel (Alemania), su sede habitual.

Durante 160 días, ambos países abordarán las tensiones norte/sur a través del diálogo del arte y García Andújar participa en ambas ciudades con dos muestras que incluyen la quema de una falla en Kassel la noche de San Juan.

«Destacar en este contexto es difícil pero estoy muy contento del trabajo, veo que funciona y recibo mucho feedback», indica el alicantino, que ya ha sido destacado en reseñas del New York Times y expone en una de las sedes principales de las 40 existentes.

El cantante Niño de Elche, también participa en este encuentro con tres días de performance, La farsa monea, junto con el bailarín Israel Galván y el artista Pedro G. Romero, que mostrarán su particular baile de monedas en el Museo Numismático de Atenas.

El proyecto de Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966) sigue «obedientemente» el lema de Documenta 14 ( Aprendiendo de Atenas) y plantea «una protesta visual contra la violencia» que parte de los 82 grabados de Francisco de Goya creados en el siglo XIX, solo que el de Almoradí indaga en la actualización de la representación del conflicto.

Con el apoyo del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana -que ha contribuido con 15.000 euros al proyecto- y del taller del artista fallero Manolo Martín, la muestra del alicantino en Atenas se centra en la idea de la identidad cultural.

«Cuestiono la idea del canon de belleza clásico y estético en un mundo cada vez más estandarizado, la idea de la copia sobre el original o quién es el dueño del patrimonio», explica G. Andújar, que añade que «la idea del cuerpo bello es una fijación de la teoría racista en la que se apoya el nazismo, al igual que el fascismo italiano».

El artista reflexiona sobre la dificultad de trasladar esculturas arqueológicas «cuando hoy todo se puede replicar» a través de moldes artesanos del taller de Manolo Martín para crear la estatua de Poseidón y de otro exacto del Efebo de Maratón cedido por el Museo Arqueológico de Atenas, así como de sesenta esculturas griegas creadas en plástico por impresoras 3D, que «intento actualizar liberándolas de esos moldes, de esos cánones de perfección del cuerpo, y evolucionan hacia cuerpos anoréxicos o con anatomías cambiadas». También con fotografías en blanco y negro e impresiones digitales se traza una historia de la logística de evacuaciones de obras de arte en los museos durante las guerras.

Aunque no haya cables, ni ordenadores, ni proyecciones, internet -herramienta constante en su trabajo- está ahí, «todo el material está sacado de la red, hay también códigos QR, aunque he intentado quitar la carga retórica que hay en muchos trabajos míos. Me dicen que es demasiado bonito», bromea. García Andújar prepara ahora su asalto a Kassel en junio.

El presidente del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, señala que «es un privilegio apoyar en esta cita a un artista como él, que va más allá del lenguaje convencional del arte» y cuyo proyecto integra «de forma simbólica» la tradición artística de las Fallas.