Un equipo formado por varios ingenieros multimedia de la Universidad de Alicante, galardonados en la «gamejam» de Cambridge, una de las más prestigiosas y competitivas del sector, han dado el salto al campo profesional fundando su propio estudio, Inverge Studios. Y la ilusión y la carga de trabajo va a un ritmo tan acelerado que ya cuentan con varios videojuegos en el mercado (en sus versiones para plataformas móviles), que son Mad Line y Cube Beat. Aunque el reto es todavía mayor: quieren crear un videojuego cada mes o dos meses. Casi nada.

Pablo Martínez, Anna Fabrés, Jorge Quesada, Ana Martínez, Vicente Andrés Quesada y Francisco Javier Gerona son los integrantes de este estudio profesional ubicado en una de los espacios que facilita la Universidad de Alicante para jóvenes emprendedores. Un apoyo que para ellos es fundamental en los primeros meses de andadura ante el reto de andar con escasas inversiones.

«Nuestro principal problema ahora es dar visibilidad a nuestros videojuegos para móviles. Y, para ello, tenemos que contar con inversión para publicidad. Y, por otro lado, aunque tenemos una gran formación para la creación de videojuegos, como suele ocurrir en otras carreras, no hay mucha información en cómo crear tu empresa, aunque hay programas de apoyo y estamos en todos ellos», explica Vicente Quesada, quien recalca la importancia de saber «colocar» y «exteriorizar» los videojuegos de su estudio, Inverge, en webs especializadas, blogs y redes sociales.

«La competencia en este mercado es increíble por ser tan suculento. Hay millones de jugadores en las versiones de móvil, es una base enorme, y todo el mundo se ha subido al carro como ha podido? Es difícil destacar y ahí estamos buscando nuestras claves? Porque precisamente la clave de todo esto es el primer mes del lanzamiento del videojuego, porque si no lo cumples en ese plazo, el algoritmo del 'store' no te da prioridad y no apareces en los primeros de la lista», indica.

Inverge Studios apuesta por la cultura del videojuego «no de pago», en un modelo de negocio donde la forma de monetizar solo es posible cuando el usuario se ha encandilado por el videojuego y está dispuesto a pagar por determinados «extras» o «ventajas». Un método que es el vigente y en el que igualmente han cosechado grandes éxitos empresas tecnológicas alicantinas como From The Bench, de Elda, con su Fantasy Manager de fútbol o baloncesto (con la franquicia estrella de la NBA).

«Es una industria muy potente aunque en España estamos aún muy por detrás de Europa. Y la única forma de avanzar es que el Gobierno se involucre en iniciativas de apoyo porque esta es una industria muy puntera, donde hay pequeños estudios como nosotros que necesitan ese empujón», agrega.

Este equipo alicantino cuenta con el respaldo de los premios cosechados en importantes «gamejam» como la de Cambridge, donde tuvieron que desarrollar un videojuego en 48 horas compitiendo con otros talentos de otras tantas universidades. Fue el punto de partida de un equipo que recibió elogios de jurados independientes e internacionales, y que siguen dando rienda suelta a su talento con los videojuegos Mad Line y Cube Beat.

«Nuestro proceso de trabajo es reunirnos el equipo; comentar las ideas; vemos el género que queremos hacer; los diseñadores creamos el documento base y se lo facilitamos a los programadores y, en uno o dos meses, podemos tener el videojuego», comenta Vicente Quesada, quien resalta además las oportunidades que le ha brindado el programa emprende de la UA.