Los trabajos de recuperación y musealización del yacimiento del Tossal de Manises han dado a conocer de manera fidedigna cómo se vivía en este enclave en la época romana. Sin embargo, las dos torres de tendido eléctrico que se encuentran dentro de la antigua ciudad de Lucentum distorsionan esta visión histórica, más tratándose como es el caso de una Bien de Interés Cultural. Con este planteamiento son ya varios años los que los arqueólogos llevan solicitando la eliminación de estos elementos, uno junto al foro y otro en un lateral del recinto, que se ubicaron allí en los años 70.

Ahora, Iberdrola ha tomado la iniciativa y ha comenzado los trabajos para construir una nueva línea eléctrica subterránea de media tensión en el entorno del yacimiento de la Albufereta, «que va a permitir desmantelar el tendido aéreo que actualmente discurre sobre el emplazamiento alicantino y eliminar los apoyos eléctricos allí enclavados», asegura Santiago Gallego, de Iberdrola Distribución. Esta compañía va a sufragar los gastos, que ascienden a 60.000, y que supondrá desmantelar el tendido aéreo que actualmente se encuentra en el recinto y eliminar los apoyos eléctricos para dejar diáfano el yacimiento.

Con este soterramiento, el nuevo cableado permitirá conectar los dos centros de transformación existentes en la zona con el resto, y esto además «permitirá crear un anillado que redundará en una mejora del suministro eléctrico para los clientes de la zona, que aumenta mucho en el verano».

Los trabajos se están realizando de forma paralela a estudios arqueológicos, tal como es preceptivo por ley, y cuenta con los permisos tanto del ayuntamiento como de la Conselleria, además del apoyo de la Diputación, a través de su departamento de ingenieros, encabezado por Josep Soliveres. La eliminación de las torres se realizará a lo largo de este año, una vez finalizada la conexión subterránea.

Para el director técnico del MARQ, el arqueólogo Manuel Olcina, esta adecuación permitirá eliminar esos elementos «que distorsionan un monumento histórico artístico», porque «no está bien que estén ahí». Cuando las torres desaparezcan, «el yacimiento quedará totalmente despejado, sin ningún elemento ajeno, porque es un poco duro que se vean las dos torres, de más de siete metros, en medio del yacimiento».