¿En qué consiste la enfermedad?
Ya sabe que el cáncer supone el crecimiento de células sin control, que infiltran y destruyen el órgano en el que asienta, y que luego puede crecer a distancia, lo que llamamos metastatizar. En este caso el tumor maligno surge en el colon que es una parte del tubo digestivo, y puede hacerlo en la zona final del mismo, antes de llegar al ano, y que como es un tubo recto, lo llamamos así: el recto. De hecho, se suele hablar de cáncer colo-rectal pues puede aparecer en cualquiera de esas localizaciones.
En los países desarrollados es el tumor más frecuente de los humanos. En España aparecen unos 41.000 casos nuevos cada año, sumando hombres y mujeres; y antes de los74 años afectará a uno de cada 20 hombres, y una de cada 30 mujeres.
Podría haber evitado tenerlo, ¿o puesto que lo tengo qué debo decir a familiares o amigos para que no tengan?
No podemos evitarlo ni disponemos de vacunas que lo prevengan, pero nos ayuda a no padecerlo hacer una dieta rica en fibra y en la que no abunden las carnes rojas. De igual manera ayuda no fumar y no consumir mucho alcohol. También es importante que si tenemos pólipos en el colon o el ciego nos los extirpemos. Son igualmente factores que favorecen su aparición el padecer algunas enfermedades del intestino de base autoinmune, como las conocidas como colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn; también lo es ser afroamericano, o tener más de sesenta años. El riesgo de padecerlo es mayor si en nuestra familia hay muchos afectos de este cáncer o nosotros mismos hemos sufrido de cáncer de mama o de endometrio.
Debemos estar alertas si se cambiara el ritmo de nuestra deposición, empezamos a tener diarreas, estreñimiento, o nuestras heces salen estrechas, en forma de lápiz, o estas aparecen negras o como el alquitrán, o presentan sangre roja. También debemos acudir a que un experto nos valore si nos duele o tenemos sensibilidad dolorosa al tacto en el abdomen y también si perdemos peso sin una causa que lo justifique.
Decíamos que no es fácil evitarlo, pero es muy conveniente detectarlo lo antes posible, pues cuanto antes se diagnostique y se trate mejor es su pronóstico. Por ello se hacen en los hombres antes de los cincuenta años chequeos que consisten en recoger las heces y valorar mediante un test muy sencillo si hay sangre oculta en ellos.
Es importante que los expertos especialistas de digestivo confirmen su presencia, valoren su tamaño y si está extendido a distancia. En general empiezan palpando el abdomen del enfermo, valorando el ano e introduciendo su dedo enguantado por el. Siguen con una endoscopia que raramente valora sólo el recto, pues necesitan visualizar el intestino grueso, y usan el colonoscopio, instrumento increíble que permite ver con nitidez todo ese órgano desde el exterior del sujeto manejado por endoscopista. El en caso de duda, con una pinza alojada en el mismo tomará una muestra de la lesión; es lo que llamamos hacer una biopsia. El material obtenido será estudiado al microscopio por el anatomo patólogo que confirmará si hay un tumor maligno. La valoración se complementa con análisis bioquímicos, y otras pruebas de imagen como el tac o la resonancia del abdomen-pelvisy del torax. Así podrá saberse si hay metástasis. En general lo que se hace es estadiar el tumor, que lo definirá como localizado o extendido. Esa información condicionará cómo debe tratarse; el cirujano puede extirpar la lesión y, en ocasiones, para mejorar o asegurar su pronóstico, se indicará la aplicación de radioterapia o quimioterapia.
¿Cuál es su pronóstico?
Si se detecta a tiempo muchos son curables. Si a los cinco años la lesión no reaparece, no recidivó, se estima que se ha curado pues, pasado ese tiempo es muy excepcional que lo haga. En España, a los cinco años viven el sesenta y cuatro por ciento de aquellos a los que se diagnosticó el cáncer de colon, un poquito más que en el resto del mundo.
