La imagen del editor que revolucionó el tebeo en España desde Castalla, Paco Camarasa, fallecido el pasado mes de julio, sobrevuela hoy las XIX Jornadas sobre el Cómic de la Universidad de Alicante. Unicómic homenajea hoy a las 16.30 horas al fundador de Edicions de Ponent con una charla entre Álvaro Pons y Luis Gasca, dos de las voces más autorizadas en el mundo de las viñetas y amigos del editor alcoyano, junto a Paco Llinares.

«Paco Camarasa forma parte de la historia del cómic en España», afirma sin fisuras Álvaro Pons, que indica que lo que hizo De Ponent hace veinte años fue «cambiar las reglas del juego del tebeo en nuestro país, que en los años 90 había desaparecido y el cómic se rendía a los súper héroes y al manga. Si tenemos el tebeo que tenemos hoy es gracias a Paco».

La labor de «locomotora» de Camarasa desde que en 1998 instalara la editorial en Castalla fue «apostar por los autores españoles, por el cómic en formato libro y de calidad artística, aún no se hablaba de novela gráfica, y luchar por su distribución en librerías generalistas, no en rincones especializados», apunta Pons, que en 2007 comisarió con él una exposición sobre la historia del cómic valenciano.

«Durante mucho tiempo fue la única editorial en España que apostó por ello y con un catálogo de más de 200 títulos, pocos podían presumir de tener un 90% de autores españoles. Él fue un rompehielos y abrió un camino necesario para estar hoy donde estamos», añade.

Luis Gasca, también editor y estudioso de las viñetas, defendió desde sus inicios la experiencia editorial de Camarasa «porque era muy difícil editar como editaba él, no ir por los carriles habituales y limitarse a pagar derechos para publicar a autores extranjeros. Él apostó por autores españoles, tenía pasión por descubrir nuevos talentos nacionales. Parece fácil, pero no lo era y él escuchó a todos los que llamaron a su puerta».

Para Gasca, su ausencia es «una desgracia y una perdida enorme» y cree que, aunque es indudable la huella que dejó como editor, «eso no significa que se vaya a seguir su huella. Ojalá, pero la lucha que él tenía era salir del sendero trillado. Su entrega, su energía, será difícil de encontrar».

Pons coincide en que Camarasa será recordado por sus actos, que llevó a cabo desde «su pasión romántica por los tebeos, que defendía en todas sus vertientes y lo impulsaba en ferias del libro, en congresos o en exposiciones. No sabía estarse quieto y ese empuje nos arrastró a todos». Todo ello, sin trasladar su editorial a Madrid o Barcelona pese a las ofertas que tuvo, sino apuntando a Alicante.

De su legado, Pons añade que «el mundo editorial es una jungla, los autores se van a otras editoriales pero el hueco que deja Camarasa, ese vacío espiritual, sí que se va a notar. Será difícil que otro tome las riendas».