Un cuadro de un bosque nevado, un duelista herido y una mancha de sangre en la nieve. La imagen, fijada durante años en la cabeza del director argentino Martín Hodara, fue el germen de Nieve Negra, un thriller sobre secretos familiares proyectado ayer en la sección oficial del Festival de Málaga.

Hodara presentó su ópera prima en la ciudad andaluza acompañado de Leonardo Sbaraglia, que anoche recibió un homenaje del festival, y Laia Costa. Faltaba Ricardo Darín, tercer vértice del triángulo protagonista.

«Me interesaba contar la historia de una familia oscura y de cómo el pasado influye en el presente y se perpetúa», explicó Hodara en rueda de prensa. «Todas las familias tienen secretos, cosas que no se dicen, un familiar del que no se habla».

Sobre esos silencios y misterios pivota Nieve negra, un éxito de taquilla en Argentina que llegará a los cines españoles la próxima Semana Santa.

Darín es Salvador, un tipo hosco y solitario que vive aislado en su refugio de montaña. Tras décadas sin verse, su hermano Marcos (Sbaraglia) y su mujer Laura (Costa) viajan a Argentina para convencerle de vender las tierras que comparten por herencia de su padre. El reencuentro reaviva el enfrentamiento entre los hermanos y agita fantasmas del pasado.

Hodara, que cita entre sus mayores influencias a Kubrick, Polanski y Orson Welles, tardó seis años en poder sacar adelante la película por la dificultad de cuadrar las agendas de los actores, y conseguir nieve y dinero, todo a la vez.

Por otro lado, Herederos de la bestia, reivindicación del legado de Álex de la Iglesia y en particular de su segundo largometraje, El día de la bestia, aterrizó también ayer en el Festival de Cine de Málaga en la sección de documentales. Diego López y David Pizarro codirigen este filme, que se estrenará el próximo 5 de mayo y busca reconocer al director bilbaíno como «autor» y describir la influencia que tuvo El día de la bestia (1995) en la recuperación del cine fantástico en España.

El cruce entre lo cómico y lo macabro, los desenlaces descabellados, las escenas en las alturas, la presencia de la televisión, los personajes corales o los diálogos locos son algunas de las señas de identidad del cine de De la Iglesia, explicó Diego López.

Herederos de la Bestia incluye testimonios del propio director bilbaíno y de algunos de los protagonistas de El día de la bestia.