El alicantino José María Manzanares indultó el pasado viernes en Illescas a Fusilero, un animal de José Vázquez al que toreó con calidad y profundidad. El torero creó una faena bella y de excelsa torería con la que el público toledano, que por primera vez en los últimos años llenaba esta plaza de toros, se emocionó.

Tras un quite por chicuelinas de mano baja y suavidad de dinastía, el alicantino Manzanares bordó el toreo con ambas manos. Trincherazos de sabor añejo, cambios de mano de gran lentitud y un ramillete de ajustadas manoletinas al final, imprimieron sentimiento a una obra prodigiosa.

«Ha sido una tarde muy emocionante para mí, estoy muy agradecido al público y al ganadero, me hace feliz ver la emoción en la gente», aseguró al terminar la faena. Manzanares comienza así su temporada con una salida a hombros. En las próximas semanas, José María Manzanares hará el paseíllo en plazas como Valencia, Castellón, Arles o Sevilla, entre otras.

Por su parte, Manuel Escribano reapareció nueve meses después de la grave cornada que sufrió en Alicante y saludó dos ovaciones ayer en la Feria de Fallas de Valencia. El diestro le dedicó la faena a los médicos que le atendieron en la plaza alicantina y que estuvieron presentes en el tendido de Valencia. Con astados de Fuente Ymbro, Juan José Padilla tuvo una doble cogida muy peligrosa. Padilla anduvo entregado, resolutivo, mató de una muy buena estocada, pidiendo el público la oreja que el palco no concedió. Por su parte, Curro Díaz paseó una justa oreja del quinto. Un animal que tuvo calidad en sus embestidas.