Son cuatro, dos mujeres y dos hombres -una flautista, un contable, un filólogo y una filóloga-, a quienes la pasión por las letras les condujo a crear en Alicante a finales de 2016 Letras de Contestania, una asociación cultural cuyo centro pivota alrededor de la literatura. Pero no la literatura de grandes cifras, grandes ventas y grandes ediciones, sino las de autores de calidad de pequeñas editoriales, con libros de modestas tiradas y escasa promoción, alejados de circuitos comerciales.

« Lo que quiere un autor es enseñar lo que hace y los "planetas" (en referencia al gigante editorial) se venden solos pero a las editoriales independientes y a los autores alicantinos les cuesta mostrar sus obras, nadie les defiende y es difícil que lleguen», justifican los fundadores de esta asociación, que recuerda intencionadamente en su nombre a la antigua Contestania ibérica formada por la provincia de Alicante y territorios de Murcia, Valencia y Albacete, ya que se centran en obras de autores de estas provincias.

Letras de Contestania surge a semejanza de asociaciones similares como Colectivo Iletrados de Murcia, creado entre seis amigos, o Fractal en Albacete, de cuatro.

«En nuestro caso, la inquietud común existía, pero nos faltaba el pegamento para echar a andar», apuntan los artífices, que son Carmen Juan (poeta, flautista y profesora de música de 26 años, con varios poemarios publicados); Raúl Medina, contable de 39 años «sin tener nada que contar» y lector empedernido; Óscar Navarro, profesor de español para extranjeros de 46 y «poeta de cajón»; y Sara Trigueros, estudiante de doctorado de 28 años y profesora de piano por las tardes.

Nacieron con la idea de lanzar un fanzine, algo que ya han hecho -en enero sacaron un número piloto de Carne para el perro, con textos inéditos y la intención de sacar cuatro números al año- y de promover actividades relacionadas con las letras. También han puesto en marcha un ciclo de recitales, #poetasenCercanías, donde se reúnen tres escritores en cada sesión en The October Press; un club de lectura que se reúne quincenalmente; un taller de narrativa; una página web con reseñas y crónicas (librosdecontestania.es) y, por supuesto, presentaciones de libros.

En estos seis meses han organizado una docena de actos con presentaciones de ejemplares de La Galla Ciencia -entre ellos el número especial ilustrado dedicado a David Bowie-, de autores como Diego Sánchez Aguilar, Premio Setenil 2016, con Nuevas teorías sobre el orgasmo femenino; Carlos Javier Cebrián, que enseñó su poemario Bagatelas; o Juan de Dios García, con Un fotógrafo ciego. Y entre las editoriales con las que contactan se encuentran como Chamán Ediciones, Balduque, Ediciones El Salmón, Stirner o las alicantinas Tolstoievski y Dilatando Mentes.

«No vamos con pretensiones raras. Nos gusta traer a escritores y que la gente disfrute. Tampoco nos centramos en nuestros gustos personales, que son muy distintos», indican los integrantes de la asociación, que añaden que cuando el público escucha a sus autores leer fragmentos de sus obras «va en tromba a por los libros».

Porque público tampoco les falta: «Al principio siempre tienes el susto de si vendrá o no la gente, pero con que vengan cinco personas nos contentamos, aunque hay actos muy multitudinarios, con gente que viene de fuera». A eso ayuda que no tienen sede fija y se juntan en locales y bares «con inquietudes culturales» para las presentaciones, como Ravi Café, Ocho y Medio, The October Press, El impulso heroico y la dimensión insondable o Mistos.