Sortijas, pendientes, algunos relojes y gemelos por valor de 30.000 euros sustraídos durante la gala de los premios Goya. Un robo con más relevancia mediática que policial, denunciado casi dos días más tarde de que ocurriera y del que ya hay algún sospechoso.

«Un trabajador del hotel», señala una fuente de la Policía Nacional, en tanto que los mandos consultados se extrañan del revuelo que ha organizado una sustracción de escaso valor económico «como las que se dan todos los días».

Extraña, eso sí, que la Academia del Cine no denunciara hasta el lunes, cuando la gran fiesta del cine español se celebró en el hotel Marriott Auditorium de Madrid el sábado por la noche.

Las joyas que la firma Suárez prestó para la ocasión se encontraban en una caja en la habitación que habían dispuesto para los encargados de vestuario y estaba bajo llave. Y la Policía no ha sido la única sorprendida. El hotel Marriott ha explicado que nadie informó de la presencia de joyas en las instalaciones.

Unos y otros inciden en la gran cantidad de personas que pudieron pasar por ese camerino desde el sábado por la noche y el trasiego complica la investigación, que sin embargo tiene un elemento a favor: el sistema de cámaras del hotel donde ha quedado huella de los movimientos en los pasillos.