Óleos, aguafuertes, acuarelas, litografías, dibujos y grabados en madera, fotografías y herramientas de trabajo forman parte de la mayor exposición retrospectiva de la obra del pintor alemán afincado en Altea Eberhard Schlotter reunida en la Fundación Frax de Alfaz del Pi, donde se mostrará hasta finales de mayo.

Inaugurada ayer, la muestra se compone de 124 obras que abarcan parte de su trayectoria desde los años 50 hasta el final de su vida artística y que proceden de los fondos de la Fundación Schlotter de la Comunidad Valenciana que preside el alcalde de Altea, Jaume Llinares, y de la colección particular de su hija Sibylle, comisaria de la muestra.

Schlotter nació en Hildesheim (Alemania) en 1921 en el seno de una familia de artistas y falleció en Altea el 8 de septiembre de 2014, donde se instaló desde 1956 y donde tiene sede su fundación, así como en la ciudad alemana de Celle.

En estas tierras empezó a pintar desde una casa que compró en la zona de Cap Negret. Años después se trasladó al casco antiguo, en cuyos talleres dio forma a una vastísima producción. Allí recibía a sus alumnos llegados de Alemania, a los que aconsejaba pintar en unos jardines sitos frente a L'Olla. Hoy, esos jardines llevan su nombre, y fueron inaugurados por el embajador alemán en España.

Sibylle Schorlemmer destaca que se trata de «una exposición única, que recorre prácticamente toda la producción artística de Schlotter en las diferentes técnicas que dominó». Para el presidente de la Fundación Frax, Matías Pérez Such, se trata de «una oportunidad para conocer la obra de este magnífico artista, que fue profeta en su tierra y fuera de ella».

Obras de Schlotter cuelgan en museos de Alemania, Francia, Gran Bretaña y España, además de en diversos países sudamericanos, con los que creó fuertes lazos de amistad.

Al acto asistieron familiares del artista llegados desde Alemania y Noruega y en breve se organizarán recorridos por la muestra en noruego, alemán y español, que también exhibe las herramientas que Schlotter utilizó en sus pinturas, planchas de aguafuertes o el discurso que leyó cuando ingresó en la Real Academia de San Fernando de Madrid.