El trabajo español Timecode, de Juanjo Giménez, ha sido nominado en la categoría de mejor cortometraje dentro de la 89 edición de los Óscar, lo que supone, según el realizador, «un momento único». Sus rivales en ese campo serán Ennemis intérieurs, de Sélim Azzazi; La femme et le TGV, de Timo von Gunten; Silent nights, de Aske Bang, y Sing (Mindenki), de Kristof Deák. Fuera de competición quedó otro corto español, Graffiti, de Lluis Quílez (Barcelona, 1978), que estaba entre los diez prefinalistas en esa categoría.

Timecode, de Juanjo Giménez (Barcelona, 1953), cuenta la original relación entre dos guardias de seguridad de un garaje. Este trabajo ya se alzó el año pasado con la Palma de Oro al mejor cortometraje del Festival de Cannes, algo que solo ha conseguido otro cineasta español, Luis Buñuel, aunque en su caso fue con un largometraje, Viridiana. Después pasó por varios festivales (cerca de 200) y ha sido galardonado con alrededor de 70 premios.

Un corto con la danza como elemento central, y que funciona como una llamada de atención para captar la belleza en entornos cotidianos. «Soy veterano en el cine pero me siento cortometrajista», afirmó ayer. El director, quien se reunió con su familia y amigos para ver en internet las nominaciones, manifestó que este corto ha tenido «una recepción inmejorable».

No obstante, a pesar de esto reconoce que llegar hasta este momento ha sido «dificilísimo» porque «hay que pasar muchos obstáculos y fases», que «lo tengan en cuenta para calificarlo para la Academia y que se deje ver». Sin embargo, una vez entró en la lista de los diez finalistas «podía suceder». En este sentido, señaló que el «prestigio» del cortometraje español «se ha ganado con el tiempo». «Soy el sexto nominado español, esto quiere decir algo», destacó en referencia al corto.

Las alegrías las comparte con los alumnos de la Escuela de Cine de Reus, donde da clases y que trabajaron como meritorios en este trabajo.