Profesor del Centro de Estudios Ciudad de la Luz, premio en el Festival de Cine de Alicante, profesor del Máster en Arte Dramático Aplicado de la UA y ahora participante en las jornadas de cine profesional también de la UA. O usted quiere mucho a Alicante o Alicante le quiere mucho a usted.

Pues es una historia de amor. Me encanta. He estado muchos años yendo ahí a dar clases y tengo buenos amigos y compañeros, y muy buenos alumnos también.

¿De qué va a hablar en esas jornadas?

Voy a hablar básicamente de la dirección de actores, del trabajo con los actores, del trabajo de búsqueda conjunta, de los que ponen el alma en la película, los que dan la cara, los que más arriesgan realmente porque son los que tienen que defender lo que has escrito y ponerle a cara a las ideas.

No estrena película desde 2013, Todas las mujeres, que ganó un Goya.

Bueno, financiar las películas no es fácil. No es solo aquí en España, en todas partes. Espero que este año pueda arrancar con alguno de los proyectos que tengo.

¿También con Eduard Fernández, su actor favorito?

Es que trabajar con Eduard es fantástico, es un viaje de descubrimiento y de complicidades, lo disfruto mucho. Al final uno se dedica a esto porque hay un disfrute. Antes de ser cineasta, uno es espectador y cuando era espectador disfrutaba viendo las películas en la butaca. Luego lo que buscas es repetir la experiencia aquella tan placentera y olvidarte de que aquello que estas viendo es una ficción. Eso te lo da trabajar con Eduard y con los buenos actores.

El mes próximo será su primera gala como vicepresidente de la Academia de Cine. Ahora tiene la posibilidad de hacer bien lo que siempre se critica: la duración y la carga política.

La gala no es una cosa que se improvise en un mes o dos. Llevaba ya muchos meses en marcha cuando llegamos y la asumimos, por supuesto, como nuestra. Pero lo que estamos intentando es que sea más breve y hacer hincapié en todo lo bueno del cine español, que es mucho. Luego cada persona que interviene es muy libre de decir lo que quiera. Pero va a ser una gala muy austera, vamos a ir muy al grano, tiene que ser una ceremonia de entrega de premios de la profesión, una fiesta, un programa de televisión... es muchas cosas y es inevitable que alguien se quede descontento.

Le pregunto cómo se ha encontrado la Academia de Cine. Dígame lo que pueda decir, aunque habrá cosas de las que no pueda hablar.

Mira, la Academia de Cine es un ente muy complejo porque es una asociación profesional, es decir, no es una empresa, no es un sindicato, no es un partido, es más una asociación de gente unida por el amor al cine y por la profesión, y es muy complejo porque hay todo tipo de especialidades Hay muchas cosas muy positivas y otras que nosotros creemos que hay que hacer de una manera más participativa. No quiere decir que los anteriores no lo han hecho sino que es cuestión de que los propios académicos no quieren participar, no sabemos por qué.

El sector del cine remonta, pero despacio. ¿Echamos la culpa de todo a la política cultural o hacemos examen y reconocemos nuestros errores?

Nadie dijo nunca que esto era fácil. Hay cuestiones que no ayudan, y todos sabemos cuáles son, es cansino que las repitamos, pero se trata de buscar lo mejor e imagino que es responsabilidad de todos. No podemos echar toda la culpa a los demás. Pero España no es un país que se caracterice por su apoyo al mundo cultural. No hablamos de un partido concreto, echamos en falta que haya un pacto de Estado y que el cine se contemple como una cuestión de Estado. Igual que un gobierno es de todos, te guste o no, el cine es asunto de todos, de los que lo hacemos y lo ven, pero también de los que no van a verlo. La cultura es de todos.

¿Dónde ha quedado Ciudad de la Luz?

Pues me acuerdo mucho, era un proyecto fantástico.