La escritora alcoyana Isabel-Clara Simó fue distinguida ayer con el 49 Premio de Honor de las Letras Catalanas por una «obra ingente», que ha sido traducida a una decena de idiomas, a la vez que se ha tenido en cuenta su lucha durante años en favor «de la libertad, las mujeres o la infancia». Aún aturdida por la concesión del premio y después de que el exconseller de la Generalitat Carles Solà glosara su figura, la autora de Júlia mostró su profundo agradecimiento por la distinción, que calificó como el «Premio Nobel catalán», aunque aseveró que no siempre se ha sentido tan querida como ayer. «Para mucha gente del país -precisó- he dado la imagen de que, por el hecho de ser mujer y mayor, escribo para tietes, que escribo historias de amor, lo que no he hecho en la vida (...). Me he sentido rechazada en muchas ocasiones y, sin embargo, no he parado de escribir. No me he sentido querida a menudo, ahora sí. Esto es un acto de amor completo».

Cree que el premio le ayudará a tener más confianza en sí misma, además subrayar que es la quinta mujer que lo recibe: «Hoy puedo decir que es una suerte ser mujer, porque habitualmente digo que desgraciadamente lo soy». Añadió que no entiende su vida sin escribir y advirtió que no piensa tirar la toalla porque «no me sentiría jubilada, me sentiría cadáver».

La escritora recordó a su marido fallecido, Xavier Dalfó, fundador de la revista Canigó, al que cuidó en su enfermedad, y reveló que fue durante ese período en el que, por primera vez en su vida, utilizó la literatura como terapia y escribió unos cuentos cortos humorísticos. Sin embargo, resaltó que la literatura «no sirve para nada, es una obra de arte, un instrumento para pensar, sentir».

Siempre política, muy crítica con la «estafa de la Transición», y con palabras de recuerdo para su maestro Joan Fuster y para Ovidi Montllor, Simó remarcó que es una independentista con ganas de dejarlo de ser. «Soy una independentista -agregó- de los Països Catalans, pero no soy antiespañola, no odio a España, quiero que seamos buenos vecinos y quiero que España sea plural, con mezclas, como yo, que soy de Alcoy, con un apellido judío, que seguro tengo algo de árabe y también de cristiana».

El jurado valoró la obra «inmensa y extensísima», publicada por Simó a lo largo de 40 años en los que ha cultivado novela, poesía, ensayo, periodismo, guiones de radio y televisión, teatro, destacó el miembro del jurado Carles Solà, exconseller de Universidades e Investigación. Para Solà, el premio «habla muy bien de una cultura viva y dinámica por todo el territorio».

Nacida en Alcoy (Alicante) el 4 de abril de 1943, Isabel-Clara Simó lleva más de cuarenta años residiendo en Cataluña y es autora de una cincuentena de títulos, de diferentes géneros, aunque mayoritariamente se ha decantado por la novela.

En su larga trayectoria de casi cuatro décadas, también ha obtenido otros reconocimientos, como el premio Sant Jordi de novela por La salvatge. La distinción obtenida ayer, el Premio de Honor de las Letras Catalanas, tiene una dotación económica de 20.000 euros y la ganadora recibirá, asimismo, una escultura, obra de Francesc Altés, durante un acto institucional que se celebrará el día 20 de febrero en el Palau de la Música Catalana.