La escritora alicantina Paz Castelló vuelve a la literatura con un thriller en el que carga las tintas contra el mundo editorial que antepone el famoso de turno al escritor vocacional ignorado, un argumento que no le es ajeno en Mi nombre escrito en la puerta de un váter, publicado por Ediciones Urano y a la venta desde ayer.

Tres años después de su debut en la literatura con La muerte del 9, Paz Castelló (Alicante, 1970) repite con la novela negra y de misterio a través del personaje de Mauro Santos, un escritor que no consigue publicar sus obras con ninguna editorial y se ve abocado a servir de «negro» literario de un conocido presentador de televisión, que convierte en éxitos sus novelas, hasta que debe tomar la decisión de su vida: dejar de escribir para él.

Castelló no ha sido «negra» de nadie pero lleva seis libros escritos, aunque publicados solo dos, y es obvio que la historia «nace de mi propia experiencia como escritora, cuando no eres nadie conocido y resultas invisible para la industria editorial, que funciona como un lobby, cuando asistes con cara de tonta viendo que cualquier famoso publica un libro con una campaña de promoción que ya quisiéramos los escritores».

La autora pensó que tendría menos posibilidades de ver publicada su novela al hablar de las entrañas del mundo al que pertenece como escritora «pero quizá por eso esta editorial se interesó, porque no solemos mirarnos el ombligo respecto a nuestra profesión y menos de forma crítica, normalmente la visión del escritor es más bucólica y aquí se describe con crudeza», apunta.

Aunque ella declara no tener nada que ver con su personaje en la novela, sí comparte «el sentimiento de frustración que arrastra. Escribir esta historia fue una forma de protestar y me sirvió de terapia para arrancarme la frustración de las entrañas», explica cumpliendo la máxima de que «al final los escritores acabamos hablando de nosotros mismos».

El desencanto fue inicialmente el detonante que le llevó a escribir esa novela, «tenía que pasar ese desierto para que naciera. He sufrido la sensación de ser ninguneada por las editoriales, que ni siquiera se molestan en darte una respuesta negativa, de sentir que vives esperando, y ese es un momento de mucha soledad, mientras ves con obscenidad que determinados personajes tienen las puertas abiertas», argumenta Paz Castelló.

El libro le ha servido de herramienta para canalizar su protesta ante esta «prostitución del talento, que quiere convertir en escritor a un producto», pero la alicantina también dirige su reflexión al público, al lector que se decanta por leer un libro «de un famoso, que tendrá muy poco recorrido, en lugar de por un producto literario de calidad».

Este thriller de negros literarios es el hilo conductor de una historia que navega «entre el misterio y la sensibilidad, ya que también hay una historia de desamor y desencuentros, además de muertes... Yo ya soy ya una asesina en serie», bromea al sumar más de tres muertos en sus novelas.

El título ofrece al lector una pincelada de lo que se encontrará en sus páginas, «del atrevimiento que tiene el libro», ya que la historia arranca con una escena en unváter en cuya puerta el escritor va dejando citas de sus libros.

Después de su peregrinar en el desierto, Castelló está contenta de que su novela vea la luz porque le reafirma en su decisión de ser escritora. «Yo no me desencanté, la confianza no la perdí y he llegado a la literatura para quedarme, no para abandonar. Esto me ha hecho plantearme quién soy y qué quiero, no creerme más que nadie, pero tampoco menos», explica la alicantina, que no ha barajado la autoedición «no sé si por perseverancia o por cabezonería, pero siempre es alentador que alguien reconozca tu trabajo», en referencia a la editorial, ya que su agencia literaria, Sandra Bruna, confía en ella desde hace años y su blog, con 200.000 visitas, cuenta con el apoyo del público.